Merlín sonrió al ver la reacción de Maira y dijo.
- No tiene por qué alarmarse señorita Maira. Solo vengo a tener una agradable charla sobre la vida con usted. ¿Qué le parece?
Esta vez la sorprendida fue Maira. Ella sabía que había sido escaneada y no podía leer las intenciones del tipo frente a ella. La sensación que le daba este tipo también era peligrosa.
Espera. ¿Cómo supo mi nombre?
Esta vez el miedo la invadió. Tranquilizándose compuso su cara de póker y dijo.
- No lo conozco. No hay nada de que podamos hablar usted y yo. ~
Maira no podía darse el lujo de dejar a este tipo cerca de ella.
- Señorita. ¿Acaso se olvidó que acaba de extenderme una cordial invitación? No planea dejar al señor del territorio así, ¿Verdad?
La sonrisa de Merlín se hizo más grande. Tenía un objetivo y no iba a dejar que se escape. Dentro del juego las súcubos eran conocidas por sus escasos atuendos y espectacular cuerpo. Además de ser compatibles con todas las razas del mundo. No eran conocidas por su fuerza en combate. Eso explicaba sus estadísticas bajas para ser un monstruo de segunda evolución. Sus puntos más fuertes eran la magia y el ataque, pero la mujer frente a ella no parecía ser un mago.
- ¿Dije eso? ¿Talvez escuchó mal? ~
Esta vez Maira estaba siendo desvergonzada maldiciendo a su yo anterior por haber sido tan atrevida.
- No tiene por qué estar nerviosa señorita.
- ¡Kya! ~
Merlín dio unos pasos al frente agarrando la cintura de Maira mientras acercaba su cara peligrosamente a su rostro.
- Solo muerdo a veces.
Ambas vistas se encontraron mirándose fijamente. Los ojos purpuras se encontraron con los carmesí de Merlín fascinándola completamente. Merlín no desaprovechó la oportunidad y usó su control mental. Sin esperar que algo saldría mal.
- La habilidad ha fallado.
- El objetivo posee una alta defensa mental.
Maira quien encontraba los ojos de Merlín atractivos no pudo soportarlo más. Sus instintos raciales decían que tenía que hacer suyo a este hombre frente a ella. Sin dudarlo más tomó los labios de Merlín.
- ¡!
Sin poner resistencia ambos se dieron un beso desenfrenado que dejó atónitos a todos los guardias y cortesanas en el lugar.
En sus mentes no pudieron evitar formar la historia de dos amantes que finalmente se habían encontrado nuevamente y la pasión se desató luego de pasar incontables años separados.
Por otro lado, Merlín estaba fascinado por la belleza de Maira al igual que ella por la de Merlín. Maira nunca había sentido algo así por nadie.
La pareja no se separó hasta que pasaron treinta minutos. Como criaturas superiores a los humanos sus capacidades físicas estaban fuera de lo común. Su capacidad pulmonar tampoco era una excepción.
*Respiración pesada *Respiración pesada
- ¡AH!... ¡Tú!... ¿¡Quién eres!?... ¡Ah! ~
Merlín no se contuvo y dijo.
- Este no es un lugar donde podamos hablar libremente. ¿Qué tal si vamos a un lugar más tranquilo?
Merlín casi no respiraba por lo que no le faltaba el aire. Solo lo hacía inconscientemente debido a sus hábitos humanos. Su cerebro estaba programado de es manera por lo que podía hablar sin dificultad.
Viendo los alrededores Maira asintió y dijo.
- ¿Por qué no vamos a mi habitación? ~
La pareja se dio la vuelta y Maira mostró el camino. Antes de siquiera terminar de subir las escaleras Frederick dijo.
- Mi señor. ¿Qué debemos de hacer?
Merlín quien estaba viendo el vivaz trasero de Maira sacudirse dijo.
- ¡Disfruta del lugar! ¡No molestes y espera!
Todos los guardias se miraron y sonrieron. Podían disfrutar de este lugar aun en sus horas de trabajo. Iban a ser la envidia de todos sus compañeros.
La chica que abrió la puerta condujo a los guardias al interior del establecimiento.
En una habitación donde abundaban el rosa y el morado, una mujer y un hombre estaban sentados mientras una muchacha servía copas de alguna clase de alcohol.
Tomando un trago Merlín miró a Maira quien lo miraba fijamente luego desvió su línea de visión a la otra mujer que estaba en silencio dentro de la habitación.
- No tienes de que preocuparte. Es mi criada personal. ~
Decidiendo confiar un poco en la mujer dijo.
- Es muy raro ver a una súcubo real dentro de mi territorio. De momento haré de la vista gorda. Solo me interesa conocer más de usted lady Maira.
- ¡!
Merlín podía ver que la criada tampoco era humana, pero no se molestó en evaluarla.