- ¡Que! ¿¡Co…como estás vivo!?
La mano de Merlín se sacudió y al segundo siguiente el hechizo de Avel se dispersó. Luego múltiples hechizos de viento se crearon alrededor de Avel.
- Eso no es algo de tu incumbencia. Después de todo los muertos no necesitan saber nada.
Todos los círculos brillaron y múltiples balas de aire se dispararon a la vez haciendo que el cuerpo de Avel estallara en muchos trozos de carne, sangre y tripas.
- ¡Im…Imposible!
En el palco del rey el mago que llevaba una túnica negra habló. Él pudo ver todo desde su posición.
- ¿Qué quieres decir?
Con curiosidad el rey preguntó.
- ¡La… Las cuchillas lo evitaron!
- ¡!
Todos se quedaron en silenció nuevamente.
- ¡JAJAJAJAJAJA! ¡Este chico es inteligente!
La voz de una mujer proveniente de una habitación VIP resonó. El rey por su puesto reconoció la voz.
- Señorita Marie. Le pido de favor que ilumine a este viejo.
- Ese mocoso acaba de cambiar el círculo mágico. ¡Simplemente magnifico!
El mago real miró el circulo mágico tallado en el piso solo para quedar sin palabras nuevamente.
- ¿Es cierto lo que dijo?
El rey miró a su hombre.
- ¡Si!
- ¡!
Cambiar un círculo mágico es imposible para los magos de bajo nivel. Anteriormente había sentido el cultivo de Merlín cuando ingresó a la arena y sabía que era un tercer circulo. Aunque sorprendido no era un talento inusual. Lo que si le sorprendió fue el cambio en el círculo mágico. Esto requería de un tallado delicado de inscripciones y un conocimiento detallado de cada runa y línea.
- ¡Señorita Marie! ¿Sabe cómo cambió el circulo?
El mago aun curioso no pudo evitar preguntar.
- Periandro. Estas perdiendo tu toque. Ese niño usó su habilidad para modificar el circulo cuando las palas de viento lo impactaron.
- ¡!
Eso era ridículo. Pensó Periandro, eso requería demasiado control de su habilidad.
Merlín por otro lado se quedó en silencio. Esas palas de viento, aunque peligrosas no les tenía miedo y en su lugar usó su habilidad como cobertura para usar el hechizo de control de tierra. Él iba a dejar que sacaran sus propias conclusiones. De todas formas, no le importaba.
Razcandose la oreja miró a la presentadora y dijo.
- Cariño, aunque eres hermosa deberías hacer bien tu trabajo. ¿No se te olvida algo?
Sonrojándose la presentadora salió de su aturdimiento y dijo.
- ¡El ganador, Merlín Von Diluc!
Esta vez el público estaba en silencio. Nadie ovacionó y sus miradas seguían en el cadáver de Avel. Un vizconde una de las principales fuerzas del reino terminó así en cuestión de segundo.
- ¡Merlín se mi esposo!
Una mujer armada de valor aprovechó el silencio de la multitud para declararse. Incluso Merlín se sorprendió volteándose para ver a la mujer. La chica tenía su encanto y su pecho era abundante. Tristemente para ella Merlín no estaba del todo interesado.
- ¡No! ¡Cásate conmigo!
Y como si un avispero fuera encendido todas las mujeres empezaron una pelea. Se podía escuchar la palabra mío por todas partes y algunas incluso empezaron a pelear por el afecto de Merlín.
Viendo que la situación se salió de control el caballero junto al rey dio un paso y con una fuerte voz dijo.
- ¡Silencio!
Sus palabras resonaron por todo el estadio calmando a todas las mujeres.
- Continúa con los combates.
- S… Si… Próximo combate ¡Merlin Von Diluc vs el barón conocido como la lanza de sangre, Manuel Von Spear!
Esta vez nadie dijo nada. Los hombres ya temían a Merlín quien podría matarlos sin levantar un dedo.
- Terminemos esto de una vez. Me muero por arrebatarte tus esclavas y divertirme con ellas.
El barón acababa de cometer algo de lo cual se arrepentiría el resto de su vida. Antes de siquiera darle una oportunidad a Merlín estalló en una espesa aura asesina que hizo que todos en el estadio dejaran de respirar. Los únicos inmunes fueron los miembros de la familia real y la directora de la academia de magia arcana.
Por otro lado, Merlín simplemente se limitó a sonreír mientras sus ojos brillaban en un espeso tono carmesí. Su sonrisa comenzó a distorsionarse en algo que no era una sonrisa haciendo que todos sintieran un escalofrió en sus espinas.