Los días pasaron hasta que finalmente llegó un grupo de soldados con el escudo real. Informados de la llegada de la guardia real los guardias los dejaron pasar al interior de la ciudad.
Frente a la mansión los guardias reales estaban de pie luciendo estoicos a ambos lados de la carretera. En el centro había un carruaje del cual salió un joven con el cabello blanco. Sin siquiera dar un segundo vistazo Merlín intuyó que esta persona era el hermano de Alejandra. Por lo que usó analizar.
Nombre: Carlos Von Diamond
Raza: Humana
Edad: 25
Clase: Espadachín mágico
Nivel: 20
Estadísticas
Fuerza: 100
Defensa: 88
Agilidad: 90
Inteligencia: 80
Encanto: 34
Habilidades:
Manejo de la espada nivel 5, Corte nivel 5, Aura de espada nivel 2, Esprintar nivel 3, Doble tajo nivel 4, Proyección de espada nivel 2, Armadura sagrada nivel 1, Luz sagrada nivel 1.
Talentos:
Ninguno
Era la primera vez que veía un a un humano con estadísticas cerca de los 100 puntos. Talvez este practicando una técnica de cultivo físico. Talvez deba pensar en cultivar alguna.
En este mundo existían criaturas terribles como los dragones y demonios con estadísticas completamente disparadas de la norma. Sin embargo, la humanidad logró hacerles frente y esto se debía a los diferentes métodos que crearon. Estos métodos eran la fabricación de objetos que se adoptó de los enanos, la alquimia de los elfos, el cultivo corporal de los gigantes, la magia de los ángeles, etc. Estas fueron las bases para que el surgimiento de los humanos empezara. Al tener la mente libre y adaptarnos a los entornos más difícil, la humanidad logró llamar la atención de los dioses. Marcando así el inicio de la era humana.
Este hombre frente a mí era un raro talento del reino. Los espadachines mágicos era una clase superior que tenía muchos requisitos para acceder a ella con éxito.
- Bienvenido a esta humilde ciudad cuarto príncipe.
Inclinándose levemente Merlín saludo al príncipe. El príncipe quedó sorprendido de que lo reconocieran, pero antes de que pudiera replicar una sombra salió del carruaje disparada.
- ¡Cariño! ~
Merlín reconoció la voz al instante. Queriendo mimar a esa voz abrió los brazos. La sombra no era otra que la tercera princesa del reino Diamond, Alejandra Von Diamond, la prometida de Merlín.
- ¿OMS?
El príncipe se quedó aturdido al ver a su elegante e indiferente hermana mostrando un lado cálido tan abiertamente. Nunca antes la había visto así.
- ¿Me extrañaste? ~
- Si
La pareja se había encerrado en su propia atmosfera incomodando a los guardias y al príncipe. Las criadas de Merlín parecían indiferentes ante este ambiente. Ellas lo tenían todos los días.
- ¡AJEM!
Tosiendo con brusquedad el cuarto príncipe logró captar la atención de Alejandra y Merlín quienes lo miraban molestos. Esas miradas eran de pura furia como si el hubiera asesinado a sus padres. Sin embargo, no se inmutó y con indiferencia dijo.
- Vine aquí para llevar a los sospechosos a la capital…
- Mentira.
Alejandra lo interrumpió y continúo hablando.
- Este caso fue presentado para el capitán del segundo escuadrón. Simplemente se coló por sus propias razones.
Viendo que su hermana lo traicionó Carlos se sintió decepcionado.
- Eso no importa ahora. Lo importante aquí es que vinieron por ellos.
Merlín había cambiado por completo su humor con la llegada de Alejandra. En este momento solo quería terminar con esto y divertirse con ella.
- JEJE~
Merlín le entregó las cartas y los condujo al calabozo. Después de que Merlín les diera ordenes de cooperar con ellos y hacer lo que les digan la guardia real se los llevó. Aunque solo fue una parte de la guardia.
Viendo que el cuarto príncipe no se iba Merlín suponía que quería hablar sobre la coronación. En el estudio estaban sentados Alejandra, Carlos y Merlín.
- Vine a aquí con un motivo.
- Me niego.
Merlín respondió de una sola vez. Ya sabía por qué este tipo vino aquí.
- Espera ni siquiera sabes que iba a decir.
- Ibas a hablar sobre la coronación.
- HMPH
Viendo que fue descubierto de un solo vistazo solo le quedó resoplar a Carlos.
- Bueno esa es una de las razones. La otra razón eres tú.