Chereads / Renací como un vampiro en otro mundo capaz de controlar la mente / Chapter 28 - Capítulo 28 – La tercera princesa

Chapter 28 - Capítulo 28 – La tercera princesa

Frente a la mansión pude ver a Camila preocupada por algo dando vueltas en la puerta. Al notarme inmediatamente se lanzó hacia mí.

-  ¡Señor! ¡Tenemos un problema!

Camila lucía muy alarmada por algo. Todo debería de estar bien y los guardias no me informaron nada.

-  Cálmate y explícate.

Sacudí a Camila quien se recompuso y empezó su explicación. Resulta que después de la ejecución un carruaje llegó a la mansión. Camila recibió al visitante debido a que el carruaje era muy elegante y llevaba el símbolo de la familia real. 

El carruaje entró a la propiedad ya que Camila le dio la autorización. Al abrirse las puertas del carruaje salió la tercera princesa de este reino. 

Al escuchar que la tercera princesa estaba en la mansión múltiples pensamientos llegaron a mi cabeza. 

Alejandra Von Diamond, la tercera princesa del reino. Era conocida por su deslumbrante belleza. Los rumores decían que su cabello era blanco como la nieve, su mirada era fría y su cuerpo era tan seductor que un hombre se quedaría atónito al verla. Gracias a esa actitud fría y hermoso cuerpo fue apodada la gema del reino. 

Se dice que esta princesa era realmente apta para heredar el trono. No carecía de encanto o sabiduría para tratar cualquier problema. Lastimosamente este reino era una monarquía donde todo el poder recae sobre el rey. Las leyes del reino también estipulan que el heredero debe de ser hombre. 

Una sonrisa se dibujó lentamente en mi rostro. Si el reino no quería esta gema entonces la uniré a mi colección y la hare brillar mucho más que antes. Esto también estaba en línea a mis planes actuales.

Este podría ser el primer paso para tomar el control de este reino. Mi cerebro empezó a realizar diversos planes con esta princesa como eje. 

-  Se… Señor… ¿Está bien? ¿Hola?

La inquieta Camila siguió molestándome hasta que logró sacarme de mis pensamientos. Esto me enojó mucho haciendo que quisiera castigarla por interrumpir a su amo. Sin embargo, me contuve. No sería educado hacer esperar a la princesa.

-  Dime donde está ella.

Le entregué a Camila los conejos y me indicó que la princesa actualmente se encontraba en mi estudio esperándome. Entré a la mansión, pero no fui inmediatamente a ver a la princesa. Primero fui a mi habitación donde me esperaban Olivia y Doménica. Camila me indicó que preparó el baño para mí. 

Asentí ante su previsión. Ella sabía que llegaría sudado de la caza, aunque en realidad ni siquiera sudé. Desde que soy vampiro mi cuerpo ya no produce mal olor.

Doménica y Olivia me limpiaron rápidamente con un trapo y una cubeta de agua. Esto remarcó aun más mi necesidad de elaborar una ducha y tuberías funcionales. En este mundo los baños solo servían para hacer las necesidades fisiológicas. Sin embargó no había agua y los desechos caían hacia un depósito. 

En el caso de los plebeyos tenían las letrinas públicas que eran un foco de infecciones y enfermedades. Además, el mal olor era nauseabundo. Llevo días queriendo tomar una ducha como es debido. Después de la recolección de impuestos finalmente podré hacerlo.

Las chicas empezaron a secarme y a vestirme. Durante el proceso no pude evitar lanzarles miradas a sus atributos que resaltaban con el uniforme de criada. Apenas pasaron dos días desde que renací y ya tengo un harén de maids. Esto era un sueño para cualquier hombre del mundo.

Salí de la habitación y llegué frente al estudio. Al abrir la puerta vi una vista que jamás olvidaré. Frente a mi estaba la princesa Alejandra sentada en el bordillo de la ventana mientras el viento sacudía su cabello blanco platinado. Sus ojos azules brillaban como dos zafiros mientras veía la puesta de sol a lo lejos. Sus tiernos labios estaban un poco abiertos provocándome ganas de abalanzarme a ella y besarla apasionadamente.

Mi vista no pudo ser apartada de su bello rostro. Únicamente pude describirla como divina.

-  Vaya. Disculpe mis modales. ~

Su voz era delicada y refinada asiéndome sentir un hormigueo. Sin saberlo mis colmillos crecieron dentro de mi boca. Quería probar su sangre, con lo hermosa que era no dudaba que su sangre sería celestial.

La princesa bajó del alfeizar de la ventana. 

-  No se preocupe princesa. Tómese su tiempo para apreciar el atardecer. Debo de decir que la vista es magnífica desde esta oficina.

Aunque estaba impresionado por ella no iba dejar que se notara en mi cara.

-  No es necesario. Estoy aquí por asuntos importantes después de todo. ~

La princesa se sentó en uno de los muebles y tomó la tasa de té que estaba en la mesa.

-  Debo de decir que para ser la casa de un marques tiene muy pocas criadas. ~

La princesa había soltado un comentario que apuntaba a realizarme una amenaza silenciosa.

-  Recientemente pasamos por un altercado con los sirvientes. Por lo que estamos reevaluando sus calificaciones para servir en la mansión. Esto es un asunto menor. Sin embargo, no tiene nada de qué preocuparse. Asignaré a una de mis criadas personales para ayudarle en lo que necesite.

-  Agradezco por sus cuidados, pero no es necesario. Traje a mis criadas personales. Lo que no entiendo aun es el por qué no me ha saludado como es debido. ~

Una guerra de palabras había comenzado entre nosotros. Los nobles sin importar el rango estaban obligados a arrodillarse como señal de servidumbre y educación cuando están en la presencia de un noble. Sin embargo, mi familia estaba exenta de esos deberes.