Con un aspecto elegante, un delicado pelo rubio, una estatura que rondaba el metro setenta y una figura delgada como un hueso, Riol Warb Dwalkie, un mago de rango 8 que podía manipular el estilo de vida y la magia administrativa, junto con algunas maldiciones y magia fría, era un hombre que apestaba más a fraude cuanto más hablaba.
Joder, ¿es siquiera un mago?
Dudando de ello, lo investigué por esto y por aquello, pero sorprendentemente, realmente era un mago. Mirando hacia atrás, en realidad no mintió. Sólo dijo que su tío era el tercer hermano de la baronesa; no dijo que él mismo fuera un noble. Bueno, probablemente sabía cuál era su lugar y que hacerse pasar por un noble era un delito que podía llevar directamente a una ejecución sumaria.
"Entonces, ¿qué te parece? ¿Paso?"
Después de muchas deliberaciones, decidimos añadirlo al equipo. "...A partir de ahora, serás nuestro compañero de equipo."
"¡Jajaja! Qué bien. Como es mi primera expedición, quería unirme a un equipo con tantos guerreros como fuera posible."
Una personalidad llena de bravuconería y aire caliente y cero experiencia en el laberinto; estos eran sus dos defectos, pero, aun así. Era un mago. No pidió una mayor distribución del botín e incluso dijo que seguiría órdenes una vez estuviéramos en el laberinto, así que esto parecía ser suficiente para mantenerlo bajo control.
Todos los objetos baratos tienen una razón de ser.
Además, si se sabía que había un mago en el equipo, estaba claro que las especificaciones de los nuevos aspirantes aumentarían aún más. Eso era porque la personalidad de un mago no podía verse sobre el papel.
"Una vez que el resto del equipo esté reclutado, nos pondremos en contacto contigo".
"De acuerdo. Entonces, nos vemos".
Una vez que Dwalkie se marchó, Hikurod, que había permanecido congelado durante toda la conversación, dejó escapar un largo suspiro. "¿No es increíble? Que un mago, incluso un noble, pueda ser tan humilde...".
Le respondí sinceramente: "Hikurod, tú eres más asombroso". Era 100% verdad.
***
La posterior rutina de la vida en la ciudad era sencilla. Aparte de visitar el laboratorio de Raven una vez a la semana, me levantaba a las 7 de la mañana, comía algo y me iba directo a la biblioteca.
"Parsytiev."
"Que tengas un buen día."
Incluyendo la última vez que estuve aquí, había estado viniendo a la biblioteca casi todos los días durante los últimos dos meses, pero nunca había tenido una conversación adecuada con esta bibliotecaria.
¡Gruñido!
Después de comer cada cuatro horas entre lectura y lectura, pronto llegó la hora de cerrar la biblioteca. Hoy tenía una cita. Estaba a punto de irme un poco antes de la hora de cierre, pero la bibliotecaria me habló de repente antes.
"Tengo algo que preguntarte".
"... ¿Qué es?"
"¿Por qué siempre llevas tu armadura a la biblioteca?".
Oh, así que eso era por lo que tenía curiosidad. Respondí con sinceridad. "¿Y si alguien la roba de mi habitación en la posada?".
"...Si esa es la razón, lo entiendo". En cuanto respondí, la bibliotecaria cerró los ojos como si su asunto conmigo hubiera terminado.
"Creía que eras completamente indiferente a los demás, pero no parece ser el caso...". Sentí que estaba perdiendo, así que añadí un comentario, pero la bibliotecaria mostró un ligero disgusto en su rostro.
"Hemos recibido muchas quejas de los demás usuarios de la biblioteca. De que no pueden leer porque distraes demasiado".
"... ¿Ya veo?"
"Sí. Si su negocio aquí ha terminado, ¿podría por favor dejar de molestarme e irse?"
¿Molestar? Te vas a quedar dormido en cuanto me vaya.
Quería contestarle con eso, pero si seguía molestándola y acababa expulsada de la biblioteca, sólo sería mi problema. Salí corriendo de la biblioteca y me dirigí al lugar de encuentro poco después de las nueve de la noche.
"¡Aquí! ¡Bjorn! ¿Por qué llegas tan tarde hoy?"
"Lo siento, no podía encontrarte porque eres demasiado pequeño."
"¡Jajaja! ¡Más bromas! ¡Ven a sentarte!"
Cada vez quedaba más a menudo con Hikurod por las tardes, unas tres o cuatro veces por semana. Por supuesto, el propósito de estas reuniones no era sólo ser amigables, sino discutir los asuntos del equipo.
"¿Cómo era la persona que conociste esta vez?".
"Era un tipo serio y fiable".
"No, eso no. ¿Cómo eran sus habilidades?"
"¡Oh! No era tan malo como me preocupaba. Ha tenido una larga carrera como explorador, y creo que puede dar la talla en cualquier situación."
"Ya veo."
"Así que pregunto... ¿Qué piensas?" Después de pensarlo un rato, asentí, y su cara se iluminó. "Uf, qué alivio. Me preocupaba que volvieras a decir que no, ya que no nos queda mucho tiempo".
En ese suspiro, pude sentir el dolor del enano, que era prácticamente el jefe marioneta del equipo. Cierto, él habría sufrido más.
Hora de un cumplido. No costaba dinero, ¿verdad? "Lo has hecho muy bien, Hikurod. Eres un gran jefe de equipo. Me alegro de haberte elegido".
"¡Jajaja! ¿Verdad?"
"Por supuesto. ¿Hay algún otro jefe de equipo que respete las opiniones de los miembros de su equipo como tú? No pierdas la concentración y haz lo que estás haciendo ahora. Entonces, a diferencia de ese idiota que te echó, te convertirás en un gran jefe".
"¡Jajaja! ¡Qué halago, amigo mío! Me preocupaba interpretar este papel por primera vez, ¡pero me alegro de tenerte conmigo!".
Mi corazón se aceleró ante esas palabras. Una vez, Hikurod se había quejado de mis frecuentes interferencias. Pero pensar que se había convertido en un gran jefe. "En ese sentido, ¡tú pagas las bebidas hoy!"
"... ¿Otra vez? ¿No pagué yo también la última vez?"
"¡Otra vez, un buen jefe de equipo no debe ser tacaño con este tipo de cosas!"
"¡No es que esté siendo tacaño!"
Quedaba exactamente una semana para que se abriera el laberinto.
"¡Maldita sea! ¡Compraré hoy! Por fin tenemos a todos los miembros del equipo, ¿qué hay de malo en pagar algunas bebidas?"
Finalmente, el equipo estaba completo.
***
La realidad era diferente a un juego. No podías entrar en el laberinto sólo porque el equipo estuviera completo. Había cosas de las que había que ocuparse aparte de eso.
Primero, todos debían familiarizarse entre sí y discutir cuántos pisos subir, en qué zonas centrarse para cazar y, convenientemente para los exploradores que eran prácticamente la encarnación del dinero, tener una acalorada discusión sobre si la proporción de distribución era justa.
Si después de eso seguía sin haber problema, había que registrar oficialmente el equipo en el gremio y, por último, practicar unos con otros casi todos los días para organizar los planes de exploración y demás.
Pasó antes de que me diera cuenta. Había pasado la semana más ajetreada desde que despertó en el cuerpo de Bjorn Yandel y había llegado el momento tan esperado.
[𝗛𝗮𝘀 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗿𝗶𝘀𝘁𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗽𝗶𝘀𝗼].
La cueva de cristal del primer piso del laberinto estaba rodeada de luces de colores brillantes.
"¡Oh! ¡Así que esto es un laberinto!"
A diferencia de los días pasados en los que estábamos solos o en dúo, había cinco hombres y mujeres en nuestro círculo, incluyéndome a mí. Eran mis nuevos compañeros de equipo, con los que iba a esta expedición.
"¡Leait!" gritó Dwalkie para lanzar un hechizo.
"¡Ah! ¡Joder! ¡Mis ojos!" El nombre de este mago rubio y escuálido que nos disparó una luz a los ojos antes de que pudieran siquiera ajustarse era Riol Warb Dwalkie. En pocas palabras: Dwalkie la comadreja.
"Este hijo de..."
Antes de que pudiera gritarle molesto, el enano se me adelantó. "Dwalkie, ahorra tu magia todo lo posible".
"Mm, ¡pero está tan oscuro!"
"En el laberinto, esto se considera luminoso. Si está muy oscuro, podemos encender una antorcha".
"De acuerdo entonces. De acuerdo."
Este era un cambio que había ocurrido con el tiempo. Hikurod pronto se había dado cuenta de que Dwalkie no era un noble y empezó a tratarle con soltura. De alguna manera, se hicieron muy amigos.
El enano fingía lo contrario, pero cada vez que aquella comadreja se comportaba como un completo imbécil, él se ponía en plan tsundere y le ayudaba. Esa era la dinámica de su relación.
"¿Por qué has metido tantas cosas aquí? ¿Intentas hacer evidente que eres un principiante? Dámelo. Lo pondré en mi bolsa".
"No declinaré tu atenta consideración".
Justo cuando Hikurod se ocupaba de Dwalkie como de costumbre, oí una voz aguda y alegre. "Capitán, ¿no deberíamos atracar?" Como era obvio por las orejas triangulares de su cabeza, Missha Karlstein era una mujer bestia. Tenía 25 años y cinco de experiencia como exploradora. Su estatura rondaba el metro setenta, con una figura alargada y delgada. Combinada con una expresión altiva, desprendía una atmósfera fría. "Deja de jugar y vamos a gooorr. Quiero aplastar algunos corazones de monstruos".
Tenía la costumbre de confundir los extremos de sus palabras. Decía que era un problema inevitable derivado de la estructura de su cuerpo, pero nunca había visto a nadie con tan mala pronunciación como ella. Ah, y una característica más de ella...
"¡Jajaja! ¡Cómo puedo rechazar la orden de la princesa!"
"¡Eeek! ¡Te dije que no me llamaras prrincesa!"
"Pero, eres la hija del jefe de la Tribu del Gato Rojo, ¿cómo podría yo...?"
"¡Te mataré! ¡Dwarrf!"
Missha era una princesa de la Tribu del Gato Rojo, una de las cinco grandes. ¿Dijo que era la 13
? No recordaba el orden en que había nacido. En cualquier caso, no había necesidad de un trato especial ni nada por el estilo. Sólo era una princesa a los ojos de la sociedad humana, no a los suyos.
ni de los 15
Por el contrario, había alguien más con quien tener cuidado. "Hikurod, basta. Aunque sea una broma, a ella no le gusta". Brown Rotmiller, Raza: Humana; Edad: 34. Era rango 7, pero con ocho años de experiencia. Por muy meritocrático que fuera el sector de los exploradores, él era el más experimentado de todos, por eso el enano siempre daba un paso atrás ante las palabras de Brown.
"Ejem, me he pasado un poco, ¿no? Tendré más cuidado en el futuro".
"Te lo mereces, dwarrf-"
"Lo mismo vale para la señorita Karlstein. No importa lo enfadada que estés, ¿es razonable amenazar de muerte a tu jefe de equipo?"
"...Lo siento..."
Personalmente, él era el que más me gustaba. En cierto modo, él era la única persona normal en este equipo. Aunque eso era cierto, tenía la desventaja de no poder patearlo como los otros miembros del equipo.
"Hikurod, ¿podemos partir antes de que sea demasiado tarde?"
"Ah, por favor."
"A partir de ahora, seguid todos detrás de mí", ordenó Brown.
Pero Dwalkie empezó a hablar justo cuando estábamos a punto de irnos. "Espera, ¿no sería mejor que Bjorn o Hikurod tomaran la delantera? Son guerreros, después de todo...".
"Necesitaremos su ayuda a partir del tercer piso, pero antes estaremos bien sólo conmigo".
Sinceramente, no sabía qué le preocupaba tanto a este gamberro. Brown era un explorador profesional que había sobrevivido en el laberinto durante ocho años.
Aunque su rango de explorador es bajo comparado con el tiempo pasado...
...tenía una buena opinión de él por esa parte. Ocho años era tiempo suficiente para pasar por todo tipo de cosas en el laberinto, pero seguir tan sano como él era asombroso, resultado no del poder de combate, sino del uso de sus otras fortalezas.
Debía de ser el resultado de su seriedad e inflexibilidad hacia todo.
Después, bajo la guía de Brown, llegamos por fin a nuestro destino y aplastamos a los monstruos que aparecían de vez en cuando por el camino. La parte más exterior del primer piso solía llamarse la zona oscura.
Aunque corrimos hasta aquí utilizando la ruta más corta sin perdernos, el portal ya había sido abierto por otros exploradores.
"Por supuesto. Esta vez también ha habido visitantes anteriores".
"No te culpes. Ya has hecho bastante".
"Hikurod, esa no es razón para no trabajar duro. Si no te sientes resentido por tus propias carencias, eso significa que tu vida como explorador ha terminado."
"¿Es así?"
Como referencia, tardé unas 10 horas en llegar aquí. No podía decir esto delante del siempre apasionado Brown, pero este era un muy buen récord para un equipo de exploración regular.
No es que fuéramos un equipo de corredores después de los puntos de experiencia de apertura de portales. Para ser sincero, no esperaba que encontrara el portal tan fácilmente.
Si su búsqueda de caminos es tan buena como no guía...
Aunque empezaba a esperar con impaciencia sus otras habilidades aún por descubrir, también me invadió una especie de pesar.
Si hubiera sido Ainar o Erwen, podrían haber ganado los puntos de experiencia iniciales.
Utilizando el método de la inestabilidad dimensional, que había acortado a un error, era posible recibir incondicionalmente puntos de experiencia de apertura de portales.
Sin embargo, este método sólo se podía utilizar cuando se podía mantener la confidencialidad con una promesa o un juramento.
Eso es para más adelante... cuando el equipo sea realmente fiable. Después de todo, los puntos de experiencia no son urgentes ahora mismo.
Respirando hondo para quitarse de encima cualquier resto de remordimiento, Hikurod gritó con fuerza: "¡Venga, entremos!". El enano entró primero en el portal, y yo le seguí inmediatamente.
Por favor, espero que esta vez no ocurra nada malo...
¿Pero era mucho pedir?
[𝗛𝗮𝘀 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗚𝘂𝗮𝗿𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗕𝗲𝘀𝘁𝗶𝗮𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗶𝘀𝗼].
El viaje había comenzado oficialmente.