Bárbaro.
La primera vez que jugué con un personaje de esta clase, el arma que elegí fue el Gran Espadón. ¿Por qué? Porque era genial. Me había imaginado lo guay que sería blandir una espada con las dos manos y dar vueltas como un loco en medio de un campamento enemigo.
El problema era que morían con demasiada facilidad.
Fascinado por los bárbaros, empecé mi propia investigación. ¿Cómo podía mantener vivo a un bárbaro? Incluso después de muchos intentos, mis personajes bárbaros seguían muriendo con demasiada facilidad.
Por mucha capacidad de supervivencia que tuvieran, se convertían en berserkers. Era como caminar por la cuerda floja en cada batalla. Esto hacía de los bárbaros un personaje inestable.
Entonces, en algún momento, empecé a sentirme escéptico.
¿Realmente tengo que usarlo como repartidor de daño?
Los bárbaros tenían la mayor capacidad de supervivencia entre las clases, y su fuerza potencial también era alta, lo que significaba que podían llevar Adamantium. Aunque no eran tan buenos como un enano con sus habilidades especiales, los bárbaros tenían habilidades básicas como tanque.
Bueno, para ser honesto, realmente no quería ser un tanque bárbaro. Pero tampoco quería que todo ese tiempo investigando a los bárbaros se desperdiciara, así que lo probé. Y después de algunas pruebas y errores, creé mi propio personaje.
¿Qué es este personaje tramposo?
Sin pensármelo dos veces, abandoné al enano que había usado originalmente como tanque. ¿Y qué si no puede librar una batalla emocionante? Siempre valoré la eficiencia, y era un jugador que podía ignorar los gustos personales si ayudaban a la estrategia. Al igual que esta decisión ahora.
Thud.
Cuando volví a mi lugar después de elegir un arma, pude sentir que los otros salvajes me miraban.
¿Nunca habían visto a un bárbaro con un escudo?
Volví a mi sitio con una expresión digna e inquebrantable, como un auténtico bárbaro. No había necesidad de actuar esta vez.
"¡Siguiente!"
No me arrepentí de mi decisión. Había tres razones para ello:
Una, entre las opciones de armas iniciales, el escudo era la más cara cuando se revendía.
Dos, existía una gran posibilidad de que, aunque tuviera una espada en la mano ahora mismo, no fuera capaz de usarla correctamente.
En tercer lugar, en última instancia, quería construirme un bárbaro con escudo.
Tomé la decisión más racional que podía tomar por hoy.
"¡Con esto, te has convertido en un guerrero!"
Después de elegir un arma y volver a mi asiento, por fin me dieron algo de tiempo para pensar. Mientras los otros salvajes celebraban su ceremonia de mayoría de edad, decidí especular sobre la causa de esta situación. Debería haberlo pensado antes, pero... bueno, ¿qué podía hacer?
Había estado demasiado ocupado salvando mi vida.
[𝗛𝗮𝘀 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗮𝗹 𝗮𝗯𝗶𝘀𝗺𝗼.]
Resumamos el curso de los acontecimientos. Había llegado a la sala del jefe final. Lo más probable es que ese fuera el detonante.
Espera un minuto, entonces, ¿quién era el otro tipo que murió antes? ¿Significa eso que también había llegado a la sala del jefe final?
... Puede que sí. Había un montón de gente en el mundo, y algunos de ellos estaban obligados a ser raro como yo. Saltémonos esa parte por ahora.
[𝗧𝘂𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝘁𝗼.]
Tomé este mensaje así:
Te he enseñado todo lo que tenía que enseñarte, así que usa este conocimiento para sobrevivir. No sabía quiénes eran, pero tenían que ser unos bastardos despiadados.
Si realmente hubieran querido que sobreviviera, deberían haber incluido una explicación sobre el "espíritu maligno".
Casi me habían matado al llegar por eso. Gilipollas.
"Ja..."
Quizá era porque estaba dentro del cuerpo de un bárbaro, pero me estaba costando controlar mis emociones como normalmente. Por esa razón, abandoné esa línea de pensamiento. Excitarse podría traer problemas, y no es propio de mí pensar en el "por qué" y estresarme.
Lo que ha pasado ya ha pasado y no había vuelta atrás. Era más productivo concentrar mi energía en pensar cómo superar esta situación.
Así que... Vale, pensemos en eso por ahora.
¿Cómo sobrevivo a esto?
***
La ceremonia de la mayoría de edad había terminado y yo estaba caminando por el bosque. El jefe estaba al frente y los jóvenes bárbaros atrás. Todos parecían divertirse como si fueran a un picnic. Pero yo no podía reírme con ellos... porque conocía su destino final.
"¡Alto!"
El lugar al que llegamos después de atravesar el espeso bosque era la muralla de un castillo de fácilmente 30 metros de altura.
"¡Abran la puerta!"
La puerta del castillo se abrió con el sonido de un tosco mecanismo. La velocidad era lo suficientemente lenta como para hacerte bostezar. Pero los jóvenes bárbaros contemplaban el espectáculo como si hubieran olvidado cómo respirar. En medio del peculiar silencio, una ciudad gris apareció finalmente más allá de las puertas.
"Rafdonia..."
Al menos por este momento, el brillo de mis ojos no parecía muy diferente del de los demás. Caminos organizados y estructuras de piedra, y una altísima aguja que podía verse atravesando el cielo. Nunca había soñado que vería en la vida real esta imagen que sólo había visto en la ilustración de la pantalla de carga.
Maldita sea.
"¡Guerreros!"
Al abrirse la puerta, el jefe de la tribu se dio la vuelta y gritó. Esperaba que nos dijera algunas palabras sabias antes de despedirnos, pero...
"¡Váyanse! Vuestro destino está allí".
No había necesidad de discursos aburridos para los bárbaros.
"¡Ahhhhhh!"
Los bárbaros, que acababan de entrar en la edad adulta, corrieron hacia la ciudad gritando. Yo no quería, pero grité y les seguí. Probablemente hay gente durmiendo profundamente dentro de esos edificios poco iluminados, pero ¿qué importaba eso?
Yo era un bárbaro.
¡Bum!
El sonido de la puerta cerrándose se oyó detrás de nosotros. Por supuesto, a ninguno de los bárbaros le importó. Los bárbaros sobreexcitados corrieron durante mucho tiempo antes de finalmente calmarse y reducir la velocidad. Sólo entonces fui capaz de continuar con calma mis pensamientos.
Actualmente, estaba teniendo emociones contradictorias.
"..."
Sentía miedo por la situación que me había encontrado, pero también una especie de anticipación por formar parte del mundo de mi juego favorito.
Era un poco ridículo. Justo antes había decidido centrarme únicamente en sobrevivir, y aun así estas emociones seguían floreciendo. Definitivamente no podía ser normal. Aunque yo no era nada comparado con estos bastardos salvajes.
"¡Alto!"
El bárbaro tipo jefe que corría al frente se detuvo, se dio la vuelta y gritó con orgullo.
"¡Creo que me he perdido!".
Los salvajes murmuraron entre ellos ante la impactante confesión.
"¡El tercer hijo de Fanun, Karak, nos ha descarriado!".
"¡No tiene ninguna cualificación como jefe!"
"¡Tiene que asumir su responsabilidad!"
Mentira. Todos ustedes lo siguieron voluntariamente. ¿Así era una sociedad bárbara? De corazón frío.
"Entiendo. Basta. Admitiré que no soy digno y renunciaré como jefe".
Karak, el segundo o tercer hijo de Fanun, inclinó profundamente la cabeza y volvió al grupo. Fue una mujer bárbara la designada como siguiente jefe.
"¡Ainar, la segunda hija de Fenelin!"
"¡La sabia Ainar nos guiará por el buen camino!"
La mujer bárbara lideró el grupo en primera fila y sonrió ante las palabras de aliento. Sin embargo, no tardó en seguir los mismos pasos que el anterior jefe.
"...Creo que he perdido el camino".
Sorprendentemente, sus palabras se sincronizaron sin errores.
"¡Increíble! ¡Debemos llegar al laberinto dentro del tiempo establecido!"
"¡Ainar no tiene calificaciones como jefe!"
"¡Así es!"
Angustiados, los bárbaros comenzaron a discutir urgentemente a quién debían nombrar como tercer jefe.
"Creo que el segundo hijo de Tetran estaría bien."
"No. No lo creo. En su lugar..."
¿Estos niños no tienen cerebro? ¿De verdad no se dan cuenta de que no importa quién tome el liderazgo, no llegarán a su destino?
A este paso, incluso será mi turno.
"..."
Me aparté silenciosamente del grupo y me acerqué a la segunda jefa. Con una estatura de alrededor de 1,80 metros, se mantenía ligeramente alejada del grupo con una expresión de desaliento en su rostro.
"¿Bjorn, hijo de Yandel? ¿Has venido a culparme a mí también?"
De ninguna manera. Para mí, todos eran iguales. Sacudiendo la cabeza, la mujer bárbara ladeó la cabeza.
"¿Entonces por qué? No necesito consuelo".
"No. He venido a mostrarte cómo encontrar el camino".
"... ¿Es eso cierto? ¿Cómo?"
Señalé a alguna parte con la mano.
"Sólo tienes que seguirlos".
"¿Simplemente seguirlos?"
Parecía que no se lo podía creer. Ejercitando mi paciencia, se lo expliqué con lógica, paso a paso. Una ciudad en medio de la noche.
Todas las luces de las calles estaban apagadas. Sin embargo, teniendo en cuenta que era de noche, había bastante gente por las calles. Toda la gente iba vestida con armaduras, en lugar de ropa de diario. ¿Hacia dónde se dirigían?
"Ciertamente... Eso tiene sentido. Lo intentaré".
La mujer bárbara volvió al grupo y gritó: "¡Encontré un camino!", y los bárbaros detuvieron el proceso de selección del tercer jefe y vitorearon.
"¡Sí, Ainar!"
"¡Guerrera sabía!"
De todos modos, el grupo comenzó a moverse de nuevo. Parecía que iban por el camino correcto, ya que cada vez había más gente armada en los alrededores a medida que pasaba el tiempo.
En algún momento, empecé a ver a lo lejos un montón de luces que se extendían en todas direcciones. Si hemos llegado hasta aquí, al menos no nos perderemos.
"¡Es el laberinto! ¡Veo el laberinto!"
"¡La Dimensión de la Batalla Divina!"
Una de mis mayores preocupaciones ahora mismo era si entrar en el laberinto era la decisión correcta.
"¡Lo siento! ¡El laberinto está llamando mi alma!"
Los bárbaros en la máxima excitación no se darían cuenta si me escabullo de la manada. De esa forma, no tendré que entrar en el laberinto ni luchar contra monstruos a muerte. Sin embargo, aunque conozco este hecho mejor que nadie, sabía que esto no concluiría mi dilema.
'Porque sé que huir no es la solución'.
Dungeon and Stone tenía un sistema de impuestos. A partir de los 20 años, todos los habitantes de la ciudad debían pagar impuestos, y no hacerlo se castigaba con la muerte.
Oír esto te haría pensar que es un juego estúpido, pero si te aprendes el universo del juego, este sistema estaba bastante justificado.
No creo que sea algo de lo que preocuparse ahora mismo, pero...
"¡Ainar! ¡Aceleremos!"
"¡¡¡Ohhhhh!!!"
De todos modos, tenía que ganar dinero. Por supuesto, mi método para hacerlo no tenía que ser necesariamente entrar en el laberinto y luchar contra monstruos. Incluso si encontraba trabajo en una taberna, no tendría problemas para encontrar un lugar donde comer y dormir... a menos, claro, que fuera un bárbaro.
Los bárbaros eran los únicos personajes a los que se les daba un arma desde el principio del juego. Esto era por una razón muy simple...
["¿Bárbaro? Lo siento. Ya encontré a alguien."]
["¡Vete! ¡Aquí no hay nada para un bárbaro! ¿Qué vas a romper esta vez?"]
Los bárbaros no podían tener trabajos ordinarios. Debido a la forma en que estaba configurado el juego, no había otra forma de que los bárbaros se ganaran la vida que luchando contra monstruos en los laberintos.
Bueno, no estoy seguro de cómo se desarrollará esto en la vida real. Puede que encuentre trabajo más fácilmente de lo que pensaba. Pero separarme del grupo sólo por esa corazonada no me sentaba bien.
"Quedan diez minutos para el cierre. ¡Date prisa en entrar!"
El laberinto sólo abría una vez al mes en el juego. En otras palabras, si no entraba esta vez, tendría que sobrevivir en esta ciudad durante un mes. ¿Y si no encontraba trabajo en ese tiempo? ¿Y si nadie estaba dispuesto a contratar a un bárbaro?
Bueno, el futuro era sombrío. Incluso si sobrevivía una semana con la comida que me proporcionaba el jefe de la tribu, tendría que sobrevivir el tiempo restante con restos de comida y desperdicios. Tal vez incluso moriría de hambre antes de eso.
Una cosa era segura. Incluso si aguantaba eso, mi cuerpo sería completamente diferente a como es ahora.
"¡Seré el primero en entrar!"
"¡No! ¡Yo soy el primero!"
Hambre, frío y dormir en condiciones insalubres. Yo sabía mejor que nadie lo devastador que eran para el cuerpo humano. Así que, si iba a entrar de todos modos, lo más razonable era hacerlo ahora, cuando mi físico estaba en óptimas condiciones.
El problema es que podría estar acortando mi vida.
Estaba sumido en mis pensamientos cuando alguien me agarró del hombro.
"¡Bjorn, hijo de Yandel!"
Cuando miré, era esa mujer bárbara.
Su nombre era...
"Ainar, la tercera hija de Fenelin."
"La segunda hija."
De todos modos, ¿qué quiere de mí?
"Todos los demás guerreros ya han entrado en el laberinto. Los únicos que aún no hemos entrado somos tú y yo."
"Ah."
No es de extrañar que estuviera tranquilo. Mirando alrededor, no quedaba mucha gente en la plaza, por no hablar de otros bárbaros. Ainar, como segundo jefe del grupo, parecía haber venido a ocuparse de mí, que estaba de pie sin hacer nada.
"Tenemos que darnos prisa. Como llegamos tarde, no hay mucho tiempo".
En ese momento, levanté la cabeza y miré al frente. El portal, que antes emitía una luz intensa desde lejos, había disminuido notablemente de tamaño. Justo entonces, el guía volvió a informarnos del tiempo restante.
"¡Cinco minutos para el cierre!"
Cinco minutos... era más justo de lo que había pensado. Iba a tener que tomar una decisión pronto.
"Entra primero. Te seguiré detrás".
"De acuerdo".
Ainar asintió y se dirigió hacia el portal, lo que agravó mis problemas.
Entonces, ¿qué debo hacer ahora?
Como alguien que favorecía profundamente la eficiencia, prefería hacer las cosas con rapidez, pero no era fácil tomar una decisión esta vez. A diferencia de un juego, mi vida real dependía de esto.
"¡Bjorn, hijo de Yandel!"
Estaba a punto de dar involuntariamente un paso atrás, cuando Ainar, que había estado caminando hacia delante, se dio la vuelta de repente.
"Gracias por lo de antes".
"...No hay nada que agradecerme."
"Y hay una cosa que quiero preguntarte".
Cualquier cosa que no sea el nombre de mi madre, claro. Asentí y Ainar preguntó con voz completamente sincera: "¿Cómo puedo ser sabio como tú? En mi vida nunca he visto a un bárbaro tan inteligente como tú. Quiero ser como tú".
¿Cómo ser inteligente? Era una pregunta realmente difícil de responder. Para ser honesto, me pregunté si sería más rápido simplemente nacer de nuevo... No, espera, ¿por qué estaba siquiera pensando en esto? Simplemente dale una respuesta aproximada y que siga su camino.
"Siempre hay que pensar antes de actuar".
"Hmm, ¡ya veo!"
Lo dije sin pensarlo mucho, pero Ainar meditó mis palabras con expresión seria.
Y dijo algo un poco inesperado.
"Gracias por tu consejo. Si vuelvo del laberinto, te lo pagaré".
¿Qué quieres decir con "si"? me pregunté.
Sonaba demasiado extraño para salir de la boca de un bárbaro. Así que, a diferencia de mi yo habitual, le hice una pregunta innecesaria.
"... ¿Tienes miedo de morir?".
"¿No es obvio? Claro que tengo miedo a morir. Los otros guerreros probablemente también, aunque no lo demuestren".
¿Es eso cierto? Para ser honesto, sus palabras no me impactaron. Los bárbaros del juego no podían sentir miedo, y la realidad no parecía muy diferente. Cuando me callé, Ainar añadió: "Nacimos guerreros. Si no luchamos, morimos".
Su tono era torpe y rígido, pero de algún modo pude entender perfectamente lo que intentaba decir.
"Ya veo".
Como nacieron bárbaros, no tuvieron elección, igual que yo.
Si no mataban a los monstruos del laberinto, no podrían sobrevivir en esta ciudad, por eso aprendieron a superar sus miedos desde pequeños. Sí, eso era todo. Por eso aparecían como salvajes.
"Nos vemos vivos. Bjorn, hijo de Yandel."
Ainar pronto entró en el portal.
"¡Queda un minuto para el cierre!" dijo el guía.
Ahora no había nada que me detuviera. Sólo mi decisión. Como la frase al entrar en la sala del jefe final, tenía dos opciones.
[𝗦í/𝗡𝗼]
Mis complicados pensamientos se aclararon.
Sí, prefiero pensar que es un juego.
Siempre que jugaba, lo hacía con énfasis en la eficiencia en aras de un objetivo. Antes de moverme, siempre consideraba primero la probabilidad, y siempre me movía con el siguiente paso en mente.
Si consideraba que mis acciones iban a suponer una pérdida, aunque hubiera un beneficio inmediato, elegía [No]. Si no, elegía [Sí]. Así que, en realidad, nunca me planteaba una pregunta.
"¡La puerta se cerrará pronto! ¡Atrás!"
Corrí hacia adelante. En el fondo, el miedo hervía como cuando el jefe me había llamado por mi nombre.
Ni que decir, al haber sido enfermizo durante toda mi vida, no tenía ni la más mínima experiencia en la lucha con puños. Pero, ¿enfrentarme a monstruos? Ya me temblaban las rodillas.
"¡Es demasiado peligroso!"
Sin embargo, ahora había una oportunidad. Ahora mismo, tengo el cuerpo de un bárbaro ridículamente fuerte y los conocimientos adquiridos al subir de nivel a miles de personajes.
Por encima de todo, tengo el gran objetivo de sobrevivir. Así que no tenía elección.
Aunque sé mejor que nadie que se trataba de una decisión que podría acarrear terribles consecuencias y que cualquier persona en su sano juicio no elegiría, me había hecho a la idea,
[𝗛𝗮𝘀 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗿𝗶𝘀𝘁𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗽𝗶𝘀𝗼.]
Que esta es la decisión más razonable.