Tras el inesperado mensaje en la pantalla holográfica, Lian y su grupo se encontraban en un estado de alerta máxima. Sabían que debían prepararse adecuadamente antes de enfrentar lo que se avecinaba. La supervivencia de todos ellos dependía de cómo se organizaban y coordinaban.
Sentados en círculo en la sala con el cristal gigante, Lian propuso que cada miembro del grupo compartiera sus ideas y opiniones sobre cómo afrontar la batalla inminente. Quería asegurarse de que todos tuvieran la oportunidad de participar y que sus habilidades y perspectivas se tuvieran en cuenta.
Uno a uno, empezaron a hablar. Lian compartió su estrategia de combate. Sugirió que se dividieran en equipos más pequeños para enfrentar mejor a los monstruos y que se establecieran señales de comunicación. Además, sugirió que aprovecharan las armas que habían encontrado en las habitaciones anteriores del templo.
Marina, con sus conocimientos de magia, propuso utilizar hechizos defensivos y ofensivos para debilitar a los enemigos antes de atacar. Les explicó cómo podrían emplear su energía mágica de manera eficiente y se ofreció a encabezar el equipo de apoyo en cuanto a magia se refiere.
Además, Miguel, siempre observador y analítico, señaló que deberían estar preparados para adaptarse a diferentes tipos de monstruos, ya que ninguno sabía con certeza qué clase de criaturas podrían enfrentar. Sugería que cada miembro del grupo tuviera un arma secundaria para poder cambiar de táctica en caso necesario.
A medida que todos compartían sus ideas, se dieron cuenta de que juntos formaban un equipo fuerte y bien equilibrado. Cada miembro aportaba algo único y valioso. Una vez que analizaron todas las opciones y consideraron cada sugerencia, se pusieron de acuerdo en una estrategia de combate y en la forma de comunicarse durante la batalla.
Con los roles y tareas asignados, concluyó con la primera ola de monstruos acercándose al templo. Lian y su grupo se miraron, preparados y decididos a enfrentar lo que venía. La tensión era palpable, pero la confianza mutua los fortalecía. Sabían que juntos podrían superar cualquier desafío.
Continuará...