Para más inmersión:
https://www.youtube.com/watch?v=T2g-bKQwrLE&
- ¡MUEREEEEE! - decía un adolescente con la playera verde musgo y la camiseta blanca visiblemente destruidas por el paso del tiempo, y múltiples ataques de diversas índoles como disparos o cortes. Se notaba que llevaba peleando en el lugar casi una semana, manchadas de sangre y suciedad, y un reproductor MP3 sonaba una canción que reflejaba la escena: "El destructor eres, como la oscuridad ellos, recordarán acabarlos" (nota del escritor: me baso en una conclusión que considero poco probable de la letra que leí en un comentario).
Sus ojos reflejaban una ira asesina, Estos seres alguna vez fueron gente común, como granjeros, pescadores e incluso algunos eran miembros de la fuerza de autodefensa terrestre nipona, pero al igual que en esa aldea, fueron privados de su humanidad. Y la muerte, definitivamente, no eran seres a los que tenerles piedad. Lo mejor para ellos es presentarles una de las cosas de las que se les fue, la muerte antes de que de algún modo escapen al mundo que el joven alguna vez abandonó. Por ello, aunque esté solo, el chico se enfrenta a ese infierno llamado isla. Incluso sus acciones salvaron a alguien, que espera que haya acabado bien. Además, también fue privado del consuelo de la muerte. Cuando pensaba que habia lografo purgar a toda la isla y podia descansar un segundo eso aparecio
La apariencia de la criatura era aterradora, con su cuerpo pareciendo una cara en movimiento y múltiples extremidades que parecían brazos con no solo dos, sino alrededor de siete dedos, casi asemejándose a cabello. Su cara estaba cubierta por un fleco negro, pero lo que destacaba aún más eran las marcas de quemaduras en su piel. Matarlo no debería ser demasiado difícil, considerando que ya había asesinado a un supuesto "dios".
Tras propinarle un corte con la homuragi, su confiable katana, que también era un símbolo de cuando su vida cambió por completo hace 2 años, logró cortarle una de sus extremidades usando el uryen para acabar con la criatura.Mientras las llamas azules la consumían y sudaba, comenzaba a cortarla y perforarla con su espada. Justo después de hacerlo, el mundo en el que se encontraba comenzó a colapsar, cayendo en una dimensión alterna, como si el monstruo en un último movimiento lo hubiera hecho para intentar desterrar al chico. Sin más, el monstruo deforme colapsó y finalmente pereció, pero el chico desapareció del lugar cuando la ola lo arrastró...