Comandante Torm Hul reportándose a la cámara de reuniones con el Almirante Fralakahn, caminaba por esos fríos y grises pasillos de la base LucreHulk-34-A, nuestra nave de batallas de la poderosa federación de comercio, este imponente crucero de batalla media 3.4 kilómetros de diámetro, cada puerta abierta era un mundo nuevo, podrías encontrarte tanto a lideres de escuadrones droides entrenando como pasando el rato o planteando futuras negociaciones o estrategias de pelea, yo era privilegiado de estar en estos pasillos, no muchos humanos tienen el privilegio de tener un alto rango en la federación de comercio, todo esto lo manejan en su mayoría los Droides, ¿y como no hacerlo?. Su fabricación en masa era lo más barato en ejércitos y ayudantes, solo necesitabas un poco de metal y una programación de conciencia básica para que estas máquinas tontas sean un ejército eficaz, para organizarlos mejor como un verdadero batallón se les programo una conciencia mejor a droides seleccionados para que comanden a cada batallón, batallón que se compone por al menos diez mil droides mínimos.
Me emocionaba saber la gloriosa fuerza armada que representamos , la federación de comercio se ganó un nombre en la galaxia por nuestra fuerza droide con la que podemos adueñarnos de mundos, mi primera misión fue en un planeta pequeño llamado Yonzuhal un poco más alejado del borde exterior, solamente con un batallón de cinco mil droides pudimos irrumpir en la paz de ese planeta para sacar veneficios propios, como tomar a los pobladores de menores recursos económicos y ponerlos a trabajar en minas creadas por nosotros para extraer todos los recursos posibles del planeta, al acabar todo el planeta queda destruido económicamente lo que hace que todos queden en la miseria, en ese momento nos llevamos a todos lo habitantes y los vendemos como esclavos a planetas que los necesiten, ganamos por todos lados y hoy tenemos una misión importante.
L a misión por la que tanto nos emos preparado hasta ahora está a nada de empezar, ya pasaron varios años arreglando detalles mínimos en este plan, cosa inútil a mi parecer, nosotros los separatistas no necesitamos complicados planes para alcanzar estos objetivos, la invasión a un planeta se podría realizar en unas pocas horas con nuestro interminable ejército de Droides.
- Estamos frente a una misión complicada, no tenemos que tomarnos esto a la ligera, el sub oficial b-345J del batallón de Droides B-J500S nos acaba de informar que tenemos que fijar la invasión a 2 objetos estratégicos- El Almirante Fralakahn es un twi'lek de piel bordo con varias marcas negras alrededor de la cara, al igual que yo vestía un uniforme de carácter militar azul claro con detalles dorados en el cuello, en el brazo el emblema de la federación de comercio y en su pecho unas medallas de colores dorados que evidenciaban su alto rango en la federación, al contrario de mi el usaba unos pantalones negros y botas blancas con detalles dorados , el mismo diseño se repetía en sus guantes, él hablaba con un tono serio y formal, moviendo sus manos a todas direcciones y llevando una a la mesa de comandos revelando un holograma de una zona amplia del planeta mencionado.
-Con todo respeto Almirante, no deberíamos retrasar tanto este ataque, le recuerdo que nuestro ejército droide es invencible en menos de una hora tendremos a todo el planeta a nuestros pies. - Quería sonar lo más respetuoso posible, pero me molestaba el hecho de que parecía subestimar la capacidad del ejercito o de mi capacidad para comandarlo.
-Se de lo que es capaz nuestro ejército comandante Torm, pero se ve que su inteligencia en combate no deja ver la situación complicada que estamos pasando. - Estaba usando ese tono que odio tanto, de prepotencia y soberbia.
- ¿Cuál sería este mal que tanto detiene al poderoso ejercito de la federación de comercio? - respondí con un tono sarcástico, para molestarlo.
-En las regiones desoladas de JARTAJAK en este mismo planeta se encuentra un templo Jedi, por si no lo sabía lo único que puede estropearnos nuestros planes son esos jedis – Se lo veía algo irritado.
Nunca antes me había visto las caras con un caballero Jedi , dicen que son los protectores de la paz, magos guerreros que luchan en nombre de la república, siempre creí que eran cuentos y yo creo que mi mayor esta exagerando, por mas fuertes que sean nada puede parar un ejército de más de cien mil droides, tanques y artillería aérea.
-Señor déjeme comandar esta primera invasión, seré cuidadoso de no llamar la atención de estos Jedis. – Claramente lo que decía era mentira, no puedo esperar a llegar a ese planeta y bombardear ese antiguo y horrible templo.
- Puede comandar el batallón 380-Bravo-D que se dirigirá a la ciudad de Freyalorh, tiene que evitar levantar mucho escándalo, tomar rehenes, tomar todo su armamento e instalar puestos de avanzada, cuando acabe con esa misión esperara próximas órdenes. - El Almirante se lo veía algo ansioso en estas palabras, esperaba que mi misión se haga en total silencio para que esos jedis no supieran lo que está pasando, que idea más cobarde, ocultándose en las sombras para que no descubran sus travesuras.
Di media vuelta y caminé a la salida que se abrió de manera automática, estaba decidido con lo que estaba por hacer, me dirigí al cuartel de mi batallón para preparar a mis droides especiales.
Al llagar al hangar 453, rápidamente use un control especial que llamaría a 2 Droides de protocolo GK-53 y GK-66, estos dos astromecánicos estaban programados de una forma especial, corte su comunicación con la computadora central del LUCRE HULK, soy leal a la federación, pero nada me molestaría más que recibir quejas por mis formas de introducirme a la batalla.
Estos dos Droides se dirigieron a una computadora y empezaron a programar los hangares vecinos, no tardaría mucho ya que lo que tengo preparado estaba en el hangar mas cercano, el cual tuve que clausurar por "Fallas técnicas", una compuerta se abrió en el suelo y de ella surgió una gran caja metálica de colores plateados brillantes y con el nombre "Holowan" grabado en un costado. La caja se abrió por uno de sus costados de par en par y de su interior salieron 5 droides, estos no eran como cualquier otro, eran de gran tamaño y aspecto humanoide, portaban bastones que contenían grandes cantidades de energía en sus puntas.
-Parece que ya es tiempo de usarlos chicos. –
Estos droides tienen un motivo, el motivo es el poder, los droides de batalla B1 son buenos, pero no perfectos, tienen muchas carencias y fallas, así que en secreto decidí fundar una pequeña fabrica de droides en el planeta Tansocur mas especifico en la región de Holowan, puse a trabajar ahí tanto a esclavos como droides, tengo pensado mejorar el armamento de la federación de comercio por mis propios medios, ya que por desgracia mis superiores prefieren la cantidad que la calidad y jamás aceptarían gastar más créditos en un pequeño grupo de droides mejorados y más fuertes si por esa misma cantidad adquieren millones de droides inferiores .
Están diseñados con los materiales mas duros que pude conseguir , con una programación de autonomía y aprendizaje avanzado combinando las mentes de distintos programas de lideres separatistas, con una habilidad para el combate mano a mano formidable… pero no lo sufriente, si lo que el Almirante que dice es cierto…
No pude evitar preocuparme un poco, pero esas dudas de desvanecieron.
-Si es cierto que los jedis son tan peligrosos como dicen, creo que lo mejor seria que mis droides G-100 aprendan un poco de ellos. –