"Después de matar a los dos hombres, la ira de Ethan Smith aún no se disipó.
Rápidamente se acercó a Emily Taylor y rasgó las cuerdas que ataban su cuerpo.
El rostro de Emily estaba ligeramente pálido, no por el secuestro, sino por los dos cadáveres.
Sólo entonces Ethan se dio cuenta de que no debería haber matado delante de Emily.
Sin embargo, en aquel momento, estaba tan cegado por la ira que no podía pensar en tantas cosas.
—¿Estás bien? —Ethan se paró delante de Emily, tratando de no dejar que ella viera los cuerpos.
Emily negó con la cabeza y dijo —Estoy bien.
—Eso es bueno. Vamos a casa —Ethan se agachó y cargó a Emily de una manera dominante, bajando la montaña.
Acostada en los brazos de Ethan, Emily se sentía extremadamente segura.
Miró el rostro de Ethan y no pudo evitar sonreír.
Esta sensación cálida hizo que la fuerte y dominante Emily experimentara el sentimiento de ser una mujer delicada.