—Al escuchar esto, Davy Barnett no pudo evitar burlarse —Emerson Holmes, ¿crees que soy un tonto? ¿Se atrevería Ethan Smith a venir a mi Asociación de Artes Marciales de la Ciudad Capital?
—Emerson no quería que Ethan viniera en primer lugar, así que después de escuchar las palabras de Davy, se levantó de inmediato —dijo—. Entonces, finjamos que no he dicho nada.
—Después de decir estas palabras, Emerson se giró y se fue.
—Davy frunció el ceño y miró a su asistente —dijo—. Ve a la puerta y comprueba si lo que dice Emerson es cierto.
—El asistente accedió y luego se fue.
—Unos minutos después, el asistente regresó, jadeando pesadamente, con una clara marca de bofetada en su cara.
—Presidente Barnett, Ethan Smith... realmente está en la puerta. ¡Dijo que quería hablar contigo! Yo... ya lo he llevado a la sala de reuniones —el asistente jadeaba sin parar.
—Al escuchar esto, Davy Barnett se levantó de golpe, una traza de sorpresa parpadeó en su rostro.