"De repente, todos prorrumpieron en risas.
Risas exageradas llenaron más de la mitad de la villa.
Benjamin Hill parecía muy satisfecho con todo esto.
Miró a Ethan Smith de manera provocativa y dijo:
—Vaya, es difícil imaginar que un hombre podría vivir una vida tan humillante!
—Sí, llevando un sombrero verde durante tres años y teniendo que tragarse su orgullo, eso es realmente lamentable.
—Qué vida tan cobarde, totalmente carente de columna.
Todos hablaban y se mofaban, sus voces incesantes.
Sylvia Johnson miró a Ethan Smith, ¡y su corazón sintió una oleada de placer!
La cara de Ethan estaba fría, y no pudo evitar sacudir la cabeza:
—Sylvia, tú no sientes vergüenza, sino orgullo. ¿Cómo puedes tener la piel tan gruesa?
Sylvia Johnson resopló y dijo:
—El que está deshonrado eres tú, no yo. ¿De qué tengo que tener miedo?
Ethan no se molestó en hablar sin sentido con tal persona.
Cerró los ojos e ignoró a todos.