Las palabras de Ethan Smith enfurecieron instantáneamente a Adrien Bauer.
Su rostro se volvió frío como el hielo, y un espíritu asesino surgió dentro de él.
—¡Cómo te atreves a ser tan ingrato cuando estaba siendo amable! ¡No creas que tengo miedo de ti! —El cuerpo de Adrien Bauer estaba lleno de energía oscura, con rayos de luz negra estallando desde su dantian.
Un aura ominosa envolvió todo el cañón.
Esta aura era imposible de ignorar, haciendo que incluso Conrad Schroeder se sintiera algo cauteloso.
—Ethan Smith, has estado interfiriendo con el plan del Valle del Demonio de la Tierra una y otra vez. ¡Hoy, si no te mato, no merezco ser el Maestro del Valle! —Adrien Bauer rugió enojado, mientras los rayos de luz en su dantian comenzaron a fluir hacia el cuerpo en el medio.
¡Todos ustedes se sacrificarán por la resurrección del Valle del Demonio de la Tierra! —rugió de nuevo Adrien Bauer.
Levantó su palma, asumiendo un gesto de sostener el cielo.