—Conrad Schroeder reprimió con fuerza la agitación emocional en su corazón y se acercó a Ethan Smith.
—Señor Smith —la sonrisa de Conrad era algo antinatural.
—Ethan miró a Conrad y rió—. ¿Qué pasa? Tu cara se ve terrible. ¿Qué ocurrió?
—Conrad estaba atónito, y rápidamente negó con la cabeza—. No...nada, simplemente no he estado descansando bien últimamente.
—Ethan rió y dijo—. Un día de estos te daré una píldora, te garantizará un mejor sueño que el de un cerdo.
—Cuanto más decía eso Ethan, más antinatural se volvía la expresión de Conrad.
—Señor Smith, vamos...entremos —Conrad dijo, tirando del brazo de Ethan.
—Después de entrar en la sala de estar, la mesa de comedor ya estaba llena de exquisitas delicias.
—¿Tanta comida? ¡Genial! No he tenido una buena comida en días —Ethan se sentó emocionado y comenzó a comer vorazmente con palillos.
—Conrad se sentó allí sin decir una palabra.
—Miraba a Ethan de vez en cuando y luego hacia la puerta.
