El cuerpo entero de Frederick Cohen emitía un aura carmesí. ¡Ese espíritu asesino terrorífico obligó directamente al grupo a retroceder!
—¿Qué animal hizo esto? ¡Lo voy a masacrar ahora mismo! —Frederick Cohen agarró a alguien y gruñó.
Al ver la apariencia de Frederick, las caras de la multitud no pudieron evitar mostrar algo de alarma.
—¡Fue... fue Novena Nube! ¡Él lo hizo!
—Sí, Novena Nube es el tirano del Pico de la Matanza de Demonios.
El rostro de Frederick se ensombreció al arrojar a la persona a un lado. ¡Sus pies pisotearon violentamente y el aura aterradora instantáneamente destrozó la tierra!
Al segundo siguiente, Frederick estaba en el cielo, gritando hacia abajo:
—¿Qué bestia se llama Novena Nube? ¡Levántate por tu padre!
¡Un rugido aterrador sacudió la tierra e incluso causó que las cuevas temblaran, enviando piedras rodando!
Mientras jugaban al ajedrez, Novena Nube no pudo evitar fruncir el ceño.
—¿Este chico está loco? —Novena Nube fruncía el ceño.
