La carroza de la familia Wilson era imponente y antigua, emanando un aura que obligaba a la reverencia de todos los que la contemplaban.
Ethan Smith observaba la carroza con una mirada inquebrantable, burbujeando intención asesina en su corazón.
Aunque se esforzaba por reprimirla, aún luchaba por soportarla.
Pronto, la carroza se detuvo, y uno a uno, figuras imponentes bajaron de ella.
Estas personas parecían ser los ancianos de la familia Wilson, con rostros amables que ocultaban un comportamiento inaccesible.
Rápidamente, un joven notablemente guapo descendió de la carroza.
Su rostro era frío y exudaba una inmensa arrogancia, disuadiendo a cualquiera de sostener su mirada.
Este hombre era el conocido Daniel Wilson, el joven más fuerte de la familia Wilson y uno de los elegidos más poderosos de la Región Sagrada.
Los ojos de Ethan Smith seguían fijos en él, como si grabara cada detalle en su memoria.