Parecía que el hombre fornido tenía una obsesión extremadamente fuerte con Ethan Smith, y ahora incluso había emitido directamente una carta de desafío.
Por supuesto, en este momento, Ethan Smith no le tenía miedo en absoluto. Sin embargo, los pensamientos malignos en su corazón lo habían estado atormentando. Ethan estaba muy preocupado de que una vez que hiciera un movimiento, no podría controlarse.
Si devora el espíritu primordial del hombre fornido frente a todos, probablemente solo tendría un callejón sin salida.
—Si no quieres morir, retira esta carta de desafío —dijo Ethan Smith mientras intentaba suprimir los pensamientos malignos en su corazón.
El hombre fornido se rió a carcajadas:
—¡Qué arrogancia! Ethan Smith, sé que tienes algunas habilidades, pero no te sobreestimes. Este no es tu Provincia del Sur. Todos los que pueden entrar en el Patio del Trueno no son débiles.
Después, el hombre fornido arrojó la carta de desafío a Ethan Smith y dijo:
—Mañana, lucharemos.
