—Las palabras de Horace Ford no pudieron evitar que Simon Ingram estallara en risas.
—¿Sabes que en el momento en que entraste al Plano Norte, tu fuerza fue suprimida? —dijo burlonamente.
—Lo sé —respondió Horace calmadamente.
—¿Crees que puedes derrotarnos a ambos en este ambiente? ¿Crees que eres Ken Middleton? —continuó Simon.
Como respuesta, Horace no dijo nada y permaneció en silencio.
—¿Te das cuenta de que hoy has llegado a un punto sin retorno? —entrecerró los ojos y dijo Simon.
—Basta de hablar con él.
En ese momento, la voz de Denton Horton llegó desde las sombras.
Luego, Denton avanzó.
Al ver la audacia de Denton, la burla en el rostro de Simon se intensificó.
—Realmente viniste —dijo Simon.
Esta frase estaba dirigida tanto a Horace como a Denton.
Sin embargo, Denton parecía no entender el significado de Simon. Miró fijamente a Horace y dijo:
—¡Tienes agallas, atreviéndote a venir al Plano Norte por tu cuenta!
