Al escuchar estas palabras, la atmósfera en la Montaña de Cultivo se volvió algo siniestra.
—Forrest Middleton, sé que tienes talentos y habilidades —dijo el hombre con indiferencia.
—Pero eso solo se limita a la Provincia del Sur, en el gran esquema de la Región Santa, estás lejos de ser suficiente.
—Si queremos matarte, ¡no puedes escapar de la muerte!
Ante estas palabras, el rostro de Forrest Middleton se volvió aún más frío.
De repente extendió su mano, como una cebolla de jade, y agarró el cuello del hombre, levantándolo en el aire.
—¿Matarme? ¿Realmente tienes la capacidad? —la voz de Forrest Middleton era fría y aterradora, y la niebla se levantaba alrededor de la Montaña de Cultivo en ese momento.
La otra parte luchó en la palma de Forrest Middleton, pero no pudo liberarse.
Justo cuando estaba a punto de sofocarse, Forrest Middleton lentamente soltó su mano.
—No me des órdenes —dijo Forrest Middleton fríamente.