Al escuchar esto, Ken Middleton permaneció en silencio.
Después de un largo tiempo, miró hacia Ethan Smith y preguntó:
—¿Tienes curiosidad?
Ethan Smith se rió:
—De hecho, tengo curiosidad, ya que las personas normales no llevan una máscara en su rostro.
—¿Quieres ver qué hay debajo de la máscara? —preguntó Ken de nuevo.
Ethan Smith pensó por un momento y respondió:
—Si estás dispuesto.
—¡Jajaja! —Ken Middleton estalló en carcajadas.
Miró hacia el Plano Norte, apuntó su mano hacia el otro lado del río muerto y dijo:
—Una vez que esta batalla termine, te lo prometo.
—¿De verdad? —Ethan Smith levantó una ceja.
—Yo, Ken Middleton, nunca miento —dijo Ken con una sonrisa.
Ethan Smith juntó las manos:
—Entonces, gracias.
Durante el siguiente período de tiempo, no hubo movimiento desde el Plano Norte.
En un abrir y cerrar de ojos, pasaron ocho días completos.
Ocho días, que no son mucho para un cultivador, se sintieron como un verdadero desperdicio para Ethan Smith.
