—Senior, ¿ha oído hablar de mí? —dijo Ethan Smith con algo de sorpresa.
—No —negó el anciano con la cabeza.
Ethan Smith no pudo evitar maldecir interiormente.
Si nunca has oído hablar de mí, ¿por qué preguntas?
—Tus habilidades de alquimia son bastante buenas, y tu comprensión es aceptable. Con tal talento, podrías ir a la Provincia Central y convertirte en un alquimista de primer nivel —dijo el viejo acariciando su barba mientras miraba a Ethan Smith.
—Convertirme en alquimista no es mi deseo —forzó una sonrisa Ethan Smith.
—¿Oh? Entonces, ¿en qué tipo de persona quieres convertirte? —preguntó el viejo con algo de sorpresa.
Al oír esto, los ojos de Ethan brillaron con determinación.
Miró hacia la distancia y susurró:
—Quiero convertirme en una persona que pueda sacudir el mundo, una persona que pueda mantener a todos a mi lado, una persona que pueda desafiar a los cielos y cambiar mi destino.
El anciano rió al escuchar las audaces aspiraciones de Ethan.