—¡Los ojos de Ethan Smith se encendieron de repente! —comentó alguien.
—¿No es precisamente esto el Aura de Vida?
—«Lo he encontrado», susurró Ethan Smith después de tomar una profunda respiración.
—«¿Qué has encontrado?» —preguntó Virgilio ansiosamente.
—Ethan Smith levantó el dedo, apuntó a una ubicación cercana y dijo: «El Aura de Vida está justo allí».
—«¿Cómo es que no lo vimos?» —Virgilio frunció el ceño.
—«¿No dije que tengo el ojo divino desolado?» —Ethan Smith dijo en un tono un tanto gruñón.
—Virgilio tosió secamente y continuó preguntando: «Entonces... ¿aproximadamente a qué distancia está?»
—Ethan Smith susurró: «A unos diez milla-estrella de distancia».
—¡Diez milla-estrellas!
—Para Ava y Virgilio en este momento, ese número era inalcanzable.
—Sus cuerpos ya habían alcanzado su límite.
—¡Si avanzaran otras diez milla-estrellas, sin duda sería fatal!