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Al ver a Ethan Smith alejándose, Urban Dittman no pudo evitar burlarse.
Ged Shepherd y Scott Elliott rápidamente lo persiguieron.
Alcanzaron a Ethan Smith y le preguntaron solemnemente:
—¿Ethan, realmente te estás yendo?
Ethan Smith respondió con un murmullo, diciendo:
—Debo vengar al líder del equipo. Tanto Cliff Golden como la Secta de la Nube deben pagar el precio.
—Por cierto, necesito advertirles sobre Urban Dittman. Algo de esto no me parece correcto.
Ged Shepherd se sorprendió, preguntando:
—¿Qué sospechas?
Ethan Smith estuvo en silencio por un momento antes de finalmente sacudir la cabeza.
—Olvídalo, no tengo pruebas. Todo es conjetura. Solo tengan cuidado.
Después de terminar, Ethan Smith no se molestó más con los dos, dirigiéndose hacia la dirección del Bosque de Roca Azul.
Para Ethan Smith, no había otro lugar adonde ir que el Bosque de Roca Azul.
El extenso Bosque de Roca Azul, lleno de bosques de montaña profunda y Bestias Demoníacas desenfrenadas.
