Ethan Smith continuó por su camino sin mirar atrás.
Lo que necesitaba hacer era escalar hasta el pico más alto.
Como su padre había dicho, y justo como siempre lo había pensado en su corazón.
Todo se calmaba gradualmente.
Emily Taylor también se fue con los dos hombres de negro.
Ethan Smith regresó a la Puerta del Cielo.
Se sentó frente a la ventana en su habitación, sus ojos parpadeando.
Durante su encuentro con el Guardián, Ethan Smith no hizo ninguna pregunta sobre cultivo; quería descubrir las cosas paso a paso por sí mismo.
—Región Santa... Me pregunto cuándo se abrirá —Ethan Smith murmuró en su corazón.
Esto no era algo que Ethan pudiera determinar, así que además de fortalecer su cuerpo físico, necesitaba reunir banderas de matriz lo antes posible.
Este antiguo astro, la Tierra, seguramente tenía muchos más tesoros ocultos, pero ya no estaban al alcance de Ethan para investigar.