Al escuchar las palabras de Ethan Smith, Darwin Hebert no pudo evitar fruncir el ceño.
—¿Quién eres tú? —dijo Darwin Hebert con cara fría.
—Soy Ethan Smith, ¿no se supone que me debes conocer? —Ethan Smith se burló.
—Basta, Ethan Smith, no hagas escándalo, el Ethan Smith al que mencionó Darwin Hebert no eres tú, Ethan Smith —Violeta Miller rodó los ojos.
Darwin Hebert giró la cabeza para mirar a Violeta Miller y preguntó:
— Violeta Miller, ¿quién es esta persona?
—Es el esposo de mi prima, también llamado Ethan Smith, pero es un hombre que entró a la familia por matrimonio —dijo Violeta Miller con algo de renuencia.
Al escuchar esto, Darwin Hebert no pudo evitar estallar en risa.
—Chico, para ser honesto, ¡no conozco a tu Ethan Smith! —dijo Darwin Hebert, de forma algo burlona.
—Y yo no reconozco a perdedores como tal. —Al final, Darwin Hebert agregó otra frase.
Ethan Smith no pudo evitar burlarse:
— Aún así, es mejor que alguien como tú que solo sabe fanfarronear.