Al oír esto, una expresión antinatural cruzó la cara del Maestro del Pabellón.
—Si el Guardián está dispuesto a intervenir, los Ocho Grandes Poderes serían triviales —dijo Star fríamente—. Además, Ethan Smith es su hijo, así que no se quedará de brazos cruzados.
Sin embargo, el Maestro del Pabellón dudó en responder, aparentemente perdido en sus pensamientos.
Viendo esto, Star entrecerró sus ojos y dijo fríamente:
—No me habrás engañado diciendo que él es el hijo del Guardián, ¿verdad?
—Él es realmente el hijo del Guardián —finalmente habló el Maestro del Pabellón—. Ella miró a Star y dijo:
—Pero, ¿sabes que como Guardián, nunca se deben involucrar sentimientos personales?
—Si él ayuda a Ethan hoy, ¿seguirá siendo considerado un Guardián mañana? ¿Enfrentaría castigo?
Al oír esto, una luz extraña cruzó los ojos de Star.
—No es de extrañar que estés tan preocupado por Ethan Smith. Tu admiración por el Guardián no es solo un rumor —dijo débilmente.
