Después de visitar la Isla del Dragón de la Nube, Ethan Smith pudo confirmar una cosa.
Eso es, que el agua de mar puede casi sellar el escape de qi.
En el fondo del mar, con tanto qi, no había ni el más mínimo escape, lo que era suficiente para probar este punto.
—Quizás el fondo del mar sea el mejor lugar para el cultivo —Ethan Smith pensó para sí mismo.
Estableció su mira en el Mar de la Bahía Clara, que tenía una vasta extensión de mar pero no se consideraba una atracción turística, ajustándose perfectamente a los requerimientos de Ethan.
Ese día, Ethan tomó un taxi y se dirigió directamente hacia el Mar de la Bahía Clara.
Cuando llegó cerca de la costa, escaneó los alrededores.
—No hay nadie alrededor; nadie pensaría que me escondería bajo el mar —Ethan pensó.
Se tomó un gran salto, dirigiéndose hacia el mar.
En ese momento, sin embargo, ¡una figura saltó fuera del agua!
Un cuchillo de acero, apuñalando desde arriba, apuntando directamente a la barbilla de Ethan.