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Más de la mitad de los diez ancianos se fueron.
Ethan Smith permaneció en silencio, ya que había anticipado este resultado.
Miró a la multitud y dijo lentamente:
—¿Nadie más se va? Bien, partamos.
Habiendo dicho eso, Ethan miró a Star.
Star asintió y luego guió a todos hacia la Isla del Dragón de la Nube.
La Isla del Dragón de la Nube no estaba dentro del territorio de Pyro, sino que se ubicaba en una isla solitaria en el mar profundo.
Era un lugar verdaderamente desolado y deshabitado, casi sin nadie que pasase por allí. Por supuesto, esto también hacía que el viaje a la Isla del Dragón de la Nube fuera algo difícil.
El grupo utilizó varios medios de transporte para llegar a la costa.
Allí parado, Ethan contempló el vasto mar y luego levantó su dedo, señalando en cierta dirección.
—Según el mapa, debería estar en esta dirección —dijo Ethan.
—Sí, pero me temo que podría ser difícil llegar a la Isla del Dragón de la Nube —dijo Star.
