—¡Bajo los cielos, solo Ethan Smith es digno de mi mano! —dijo Dominic Taylor mientras cruzaba sus manos detrás de su espalda, increíblemente arrogante.
Al escuchar esto, el denso aura en el cuerpo de Grulla se extendió al instante.
¡Por un instante, toda la habitación tembló!
—¡Grieta!
¡Las botellas y la porcelana sobre la mesa se rompieron por las ondas de choque!
¡Y esa poderosa presión atravesó directamente el corazón!
Dominic Taylor, quien estaba más cerca de Grulla, lo sintió profundamente. Su expresión cambió ligeramente, y miró a Grulla con sorpresa.
—Si quieres luchar contra Ethan Smith, no tengo derecho a interferir, pero debes esperar hasta que sus heridas estén sanadas —dijo Grulla fríamente—. Si cuestionas y desafías a Ethan Smith ahora mismo, puedo actuar en su nombre.
Los ojos de Dominic Taylor se estrecharon ligeramente.