"Los ojos de Cato Cain estaban llenos de desdén.
—¡Esta mirada desagradó mucho al viejo sirviente!
—¡En todos estos años en la Ciudad del Sur, nadie se había atrevido a ser tan irrespetuoso con él!
—Vete ahora y quizás perdone tu vida —dijo Cato Cain fríamente.
El viejo sirviente rió a carcajadas:
—¡Nunca nadie me ha hablado así!
En el carruaje, Ethan Smith no podía evitar preocuparse.
Sus ojos estaban siempre mirando por la ventana, temiendo que Cato Cain fuera derrotado por el viejo.
—Oh, no te preocupes —se rió Emily Taylor.
Tomó algunos bocaditos y preguntó:
—¿Quieres algo?
Ethan Smith forzó una sonrisa:
—No estoy de humor para bocadillos...
—Siempre te preocupas por todo —Emily Taylor rodó sus ojos.
Ethan Smith no dijo nada más, sus ojos estaban fijos en la escena fuera de la ventana.
En ese momento, el viejo sirviente hizo su movimiento.
Empujó su energía al límite, y sus palmas se transformaron en garras, arañando bruscamente hacia Cato Cain!
