—¡Piérdanse! —Gran Blanco lanzó un rugido, giró sobre sí mismo y lanzó un golpe.
—¡Estruendo! —Un estruendoso sonido de colisión resonó en el aire.
—Pu pu pu pu... —Sangre salpicó de las bocas de Miguel y los demás mientras eran enviados volando junto con sus armas antes de estrellarse contra el suelo.
Sin embargo, Gran Blanco no se detuvo en absoluto. En su lugar, cargó hacia abajo como una montaña hacia Miguel y los demás.
—¡Contraataque! ¡Rápido, contraataquen! —Miguel rugió en shock. Estaba al borde de volverse loco de miedo.
—¡Demasiado poderoso! —Esta bestia era realmente demasiado fuerte.
Miguel y los demás movilizaron la energía en sus cuerpos al mismo tiempo y desataron siete rayos de luz.
—¡Juicio de Luz Divina! —Siete rayos de luz salieron al mismo tiempo y se entrelazaron en el cielo, transformándose en un rayo de luz aún mayor y de siete colores que contenía un poder destructivo aterrador mientras se abalanzaba hacia Gran Blanco.