—¡Ataquen juntos! —rugió Ye Canghai y, sosteniendo su alabarda, cargó locamente contra Yang Luo.
—¡Mátenlo! —Los demás, Ling Tianhun y los otros cuatro ancianos del Reino Inmortal de la Tierra también cargaron hacia adelante.
Aparte de Ye Canghai y los demás.
—¡Matar, matar, matar! —También había más de 10,000 personas que avanzaron para sitiarlo.
El sonido era atronador y la intención de matar surgió.
—¿Quieren matarme? ¡Vamos! —Yang Luo aún no esquivaba. Con la Espada del Emperador Dragón en mano, su sangre hervía y su cabello danzaba mientras cargaba hacia esas personas.
¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
Con solo una colisión, más de mil personas fueron lanzadas por los aires.
Algunos murieron en el acto, mientras que otros perdieron su fuerza de combate y cayeron.
—¡Matar! —También Yang Luo exudaba intención de matar. Su figura se deslizaba entre la multitud mientras blandía la espada en su mano continuamente.
