Era medianoche.
La capital.
En la Mansión de la familia Yi.
En el estudio.
Yi Jiuzhou se paró frente a la ventana y miró el cielo en silencio.
Había estado prestando atención a la guerra entre Yang Luo, la Familia Cao, la Familia Nie y otras familias desde que comenzó.
Sin embargo, aún no conocía el resultado.
En este momento.
Toc, toc, toc.
En este momento, hubo un golpe en la puerta.
Yi Jiuzhou entrecerró los ojos y dijo:
—Por favor, entra.
La puerta se abrió.
Su secretaria entró.
Yi Jiuzhou dijo con calma:
—Dime, ¿cómo va la batalla?
La secretaria informó respetuosamente:
—¡Sr. Yi, esta batalla ha terminado!
¡Las veinte familias lideradas por la Familia Cao y la Familia Nie, junto con su patriarca y todos sus descendientes directos, han sido exterminadas!
¡Los 8,000 guardias de las 20 familias fueron todos destruidos!
¡Los maestros de secta de las diez principales sectas, 200 Protectores, 30 ancianos y 13,000 discípulos fueron todos asesinados!
