—¿Fundar una secta? —Los ojos de Bujie se iluminaron y asintió repetidamente—. ¡Esto es bueno, esto es bueno! Si el Hermano Yang establece una secta, ¿no podré convertirme en un anciano?
—¿Crees que puedes convertirte en anciano? Creo que como máximo podrías ser un luchador! —contestó Xu Ying.
—¡Si solo voy a ser un luchador, entonces tú solo puedes ser un luchador también! — respondió Bujie.
—Me conformo con cualquier cosa. Haré lo que el Hermano Yang quiera que haga —encogió de hombros Xu Ying.
—¡Joder… —Bujie se quedó sin palabras al instante.
—Jajaja… —Al ver a los dos discutir, todos se rieron.