—¿Dónde está ese chico? ¿Por qué se ha ido? —preguntó Kamon, el Demonio del Viento, en confusión.
—Nuestros ataques fueron tan feroces hace un momento. Creo que ese chico ha sido destrozado —se burló Ryukiba, la Pluma Negra.
—Nuestro movimiento más letal fue usado hace un momento. Debería ser imposible para cualquiera bloquearlo —asintió Kamon, el Demonio del Viento, sintiendo que eso tenía sentido.
En ese momento...
"¿A quién dijiste que habían destrozado?" Una voz potente vino desde el cielo.
Al escuchar esta voz Kamon, el Demonio del Viento y Ryukiba, la Pluma Negra, de repente miraron al cielo.
Sin darse cuenta, Mo Qingkuang había saltado al cielo. Su cuerpo brillaba con una luz púrpura, su ropa ondeaba y su cabello largo se movía con el viento. Realmente parecía un inmortal.
