—Al escuchar las palabras de Pei Zhanhun —comentó Lu Yuanlong—, todos los presentes temblaban de miedo.
—Sabían muy bien que la Secta del Devorador de Almas era una de las tres sectas demoníacas principales en el Continente del Oeste.
—Las técnicas de cultivo que cultivaba esta secta eran muy malvadas. Se especializaban en usar las almas de humanos y bestias para cultivar. Además, usaban sus almas para refinar píldoras y artefactos.
—Sin embargo, debido a que esta secta tenía una base profunda y muchos expertos, siempre había sido muy difícil erradicarla.
—Hermano Yang, estos dos viejos son Inmortales Verdaderos y son poderosos. ¡No puedes vencerlos! —le dijo Lu Yuanlong a Yang Luo—. ¡Ahora conseguiré a alguien para ayudar!
—Después de todo, su Sala del Dragón Azul estaba en el Continente del Este.
—Hermano Yang, ¡también conseguiremos a alguien para ayudarte! —dijo Yang Luo.
