Estaba a punto de desactivarlo cuando los veinte cultivadores lo alcanzaron y atacaron. Innumerables puños golpearon la barrera.
La escena se congeló.
—¡La barrera no fluctuó en absoluto!
Lo que era aún más extraño era que las runas en la barrera realmente circulaban rápidamente, y una fuerza invisible brotó.
—¡Bang!
Un segundo después, los cultivadores que habían atacado a Ye Chen fueron lanzados por los aires, y sus cuerpos comenzaron a sangrar por sus siete orificios.
La nieve puramente blanca de repente se tornó roja como las flores de ciruelo. ¡Era como un río de sangre!
En ese momento, todos estaban impactados.
Ese chico les permitió atacar sin ninguna resistencia, pero fueron ellos los que terminaron derrotados.
—¿Qué demonios era esto?
No importa cuán fuerte fuera su cuerpo físico, algo así era imposible, ¿verdad?
El miedo se apoderó de sus corazones, y en este momento, habían perdido el coraje para continuar luchando.
Ye Chen era un monstruo físico.
