—En cuanto a los otros dos, no puedo estar seguro. Esta es la verdad. ¡Juro por los cielos! —exclamó él.
Ye Chen sintió que las cosas se estaban volviendo más y más complicadas. Las aguas originalmente claras de las Montañas Kunlun ahora estaban mezcladas con algo que no debería existir allí.
Además de la familia Huang, en realidad había otras tres fuerzas ocultas.
Una de ellas era una de las diez mejores sectas, lo que cambió la situación. Las dos fuerzas restantes definitivamente no eran débiles tampoco.
La familia Huang se había escondido durante tantos años. Si Huang Lingcheng no hubiera sido expuesto, no habrían sido descubiertos. Él creía que las tres fuerzas restantes definitivamente serían más astutas.
¿La familia Han? —se preguntó Ye Chen.
La situación en el Reino Secreto del Espíritu de Sangre ya no parecía tan simple. Ahora, parecía más bien un juego de caza.
