—Ye Chen, tampoco esperes que la familia Mo te reserve un lugar. Aunque quiero ayudarte, mi padre ya ha tomado una decisión. Lo único que logré negociar fue para que Ye Lingtian me acompañe al Reino Secreto del Espíritu de Sangre —dijo—. Esa es también la razón principal por la que te busqué. Si aceptas, me haré cargo de Ye Lingtian, pero si te niegas, no interferiré.
Ye Lingtian escuchó las palabras de Mo Ning y le dijo a Ye Chen —¡Maestro de la Sala, iré a donde tú vayas! ¡Esta es la misión que la familia me ha encomendado!
Ye Chen sonrió e instruyó —Lingtian, esta vez, entrarás con la familia Mo. En cuanto a mí, no te preocupes. Naturalmente nos encontraremos dentro. Hay muchas oportunidades en el Reino Secreto del Espíritu de Sangre que te beneficiarán.
—Pero Maestro de la Sala, tú…
—No hay peros. Haz como te digo. Solo trátalo como buscar algunas oportunidades para fortalecerte por dentro por mi bien —dijo Ye Chen.
