"Los temblores se volvían cada vez más intensos. ¡Al final, cien luces empezaron a parpadear frenéticamente!
—Maestro, esto es... —exclamó Ye Chen.
Lin Qingxuan observaba una de las lápidas.
La lápida a la que miraba estaba completamente cubierta por una luz dorada. Hasta habían empezado a aparecer algunas líneas de texto.
Sin embargo, en el instante en que aparecieron, el texto fue cubierto por una fuerza misteriosa. Obviamente, esta persona no tenía intención de salir ahora.
Ye Chen siguió la mirada de Lin Qingxuan. Esta escena le resultaba demasiado familiar. Significaba que podía activarla.
Al mismo tiempo, las dos lápidas a la izquierda y a la derecha de esa también brillaban bastante, aunque aún no habían llegado al punto en que él pudiera activarlas.
¡Aún así, había obtenido grandes beneficios esta vez!
¿Podría ser esta la razón por la que Lin Qingxuan siempre le pedía que viniera a la Ciudad Danxu?
En ese momento, Lin Qingxuan dijo: