Si una persona común le hubiera insultado así, ella le habría abofeteado.
Xia Ruoxue levantó la cabeza y vio la expresión decidida y reconfortante en el rostro de Ye Chen.
De repente entendió.
Ye Chen la estaba ayudando.
Si estuviera embarazada, o si ya no fuera virgen, ese hombre nunca la aceptaría.
¡En ese punto, cualquier discusión sobre el matrimonio sería naturalmente inútil!
Esta era la única manera de eludir la situación.
Sin embargo, ¿por qué Ye Chen eligió ayudarla? ¿Había pensado en las consecuencias de hacerlo?
¡Esto era equivalente a ofender a dos familias de alto nivel!
Ye Chen, de hecho, estaba ayudando a Xia Ruoxue. No quería interferir en los asuntos de la familia Xia, pero cuando las lágrimas de la otra parte cayeron en su mano, su corazón se ablandó.
Podía sentir la desesperación y el dolor de Xia Ruoxue porque era lo mismo que había sentido él en ese entonces.
Sin embargo, esto no era lo más importante.
