"Montañas Kunlun, Familia Ji.
En una habitación que emanaba una fragancia tenue, una joven se apoyaba en el alféizar de la ventana. A la luz, su rostro era cristalino como el jade. Parecía gentil y encantadora, y su belleza era incomparable.
Ji Siqing dejó el informe de noticias espirituales en su mano y cayó en un estado de profunda reflexión durante mucho tiempo. —Esta fue la primera vez que sintió un sentido de inferioridad desde que nació—. Desde que era joven, ella había sido el centro de atención, y ningún otro genio podía compararse con ella. Su talento y raíces espirituales eran extremadamente desafiantes para el cielo. Como tal, eventualmente se acostumbró a toda la alabanza y admiración, desarrollando una personalidad fría que mantenía a los demás a distancia, excepto a Ye Chen.
