"La sangre salpicó por todas partes y el cadáver incompleto de Xiao Jian cayó al suelo.
Cuando Wen Tingting y Wen Shishi vieron esta escena, quedaron completamente atónitas. Nadie esperaba que las cosas terminaran así.
Al final, el que las salvó fue en realidad el joven al que más despreciaban.
Wen Tingting sintió que sus mejillas ardían. Pensó en cómo lo había tratado y lo había despreciado. Si hasta el Rey Tigre Negro se sometía a Ye Chen, entonces este último realmente no necesitaba aliarse con nadie.
No era él el que no era digno de unirse a su equipo, sino ellos los que no eran dignos de unirse a él.
La hermana menor, Wen Shishi, fue la primera en reaccionar. Suspiró aliviada y miró a Ye Chen con un toque de emoción en los ojos. Se inclinó ligeramente. —Ye Chen, no, Sr. Ye, gracias por salvarme.
Ye Chen desmontó, sacó una píldora y se la arrojó.
—Toma esta píldora y te sentirás mejor.
