"Ye Chen asintió y miró a Zhong Hailong.
—Tráelo y mete a ese hombre dentro.
Los expertos del Salón Oscuro estrecharon sus ojos y miraron a Zhong Hailong con simpatía antes de abrir la puerta trasera del camión.
Momentos después, una jaula de hierro de dos metros por dos metros de tamaño fue transportada. Con el movimiento de la jaula, se podía escuchar el ladrido feroz de varios perros.
Cuando vieron lo que había dentro, Zhong Hailong y sus subordinados se quedaron atónitos.
—¡Un pitbull!
—¡Mastín Tibetano!
—¡Estos eran todos perros ferozmente de clase mundial! ¡Incluso en el círculo de peleas de perros, eran la crema de la crema!
Cuando vio a esas personas de negro acercándose, Zhong Hailong supo que algo andaba mal. Estaba a punto de huir cuando se dio cuenta de que esas personas ya habían llegado hasta él.
Un aura invisible lo envolvió, y se encontró incapaz de moverse siquiera.
