—¡Espada de los Mil Daos! ¡Rompe! —Ye Chen apretó los dientes y rugió con una expresión feroz.
—Dió un paso violento hacia adelante, haciendo temblar el Cementerio Samsara.
El aura alrededor de su cuerpo brotó mientras desataba el poder de la Espada de los Mil Daos, que era lo suficientemente poderosa como para igualar el ataque a plena potencia de un experto del reino de la ascensión inmortal.
—¡Adelante!
—Al momento siguiente, la técnica de la espada estalló con poder, causando lo que parecía ser un violento terremoto dentro del Cementerio Samsara.
La fuerza de esta técnica de la espada dejó a Ye Chen asombrado, y finalmente entendió por qué Chen Tianli quería enseñarle esta técnica a toda costa.
—¡Es un éxito! —Ye Chen estaba a punto de abandonar el Cementerio Samsara cuando las tres lápidas brillaron con luz.
—En otras palabras, ¡estas tres lápidas podían ser activadas!