"Al ver las dos figuras frente a él, Sha Li rugió:
—¡Ye Chen, voy a despedazarte!
Su rugido iracundo retumbó como trueno, y demostró claramente cuán enfurecido estaba.
Sha Li había estado en la Alianza de Sangre durante tantos años, pero nunca se había reducido a un estado tan lamentable.
Como una persona de alto rango, muy estimada y reverenciada, ¿cuándo había sufrido tal humillación?
¡Si el Anciano Zheng supiera de esto, estaría tan decepcionado de él!
No importa qué, ¡Ye Chen tenía que morir!
¡Además, debía ser torturado hasta la muerte!
Sus ojos carmesí brillaban con un destello siniestro, y todo su cuerpo emitía una escalofriante intención de matar mientras caminaba lentamente hacia Ye Chen y Bai Lixiong.
Sabía que estos dos no tenían salida.
Todo estaba a punto de terminar.
Ambos estaban gravemente heridos y ninguno había alcanzado el reino de la ascensión inmortal, por lo que no podían luchar.
