En medio del silencio sepulcral, Ye Chen habló.
—¡Romper!
Justo después de terminar de hablar, su mano ejerció una cantidad aterradora de fuerza...
¡Kacha!
Para el horror de todos, el sable se rompió en innumerables fragmentos que volaron en todas direcciones.
—¡Largo! —sonó la profunda voz de Ye Chen de nuevo.
Entonces, el aire pareció formar una palma que voló hacia el Anciano Dugu.
—¿Cómo es posible eso?
Mientras todos aún estaban en shock, se escuchó un grito desesperado y el sonido nauseabundo de los huesos al ser rotos retumbó en sus oídos.
Una nube de bruma de sangre floreció como unos deslumbrantes fuegos artificiales frente a todos.
Todos pudieron ver claramente a una figura volando a lo lejos y que el pecho del Anciano Dugu estaba ahora hundido. Era un desastre sangriento.
El entorno cayó en silencio.
¡Sss!
Este silencio duró mucho tiempo, hasta que todos jadearon.
¡Fue una victoria aplastante!