"Jiang Jianfeng ya estaba al lado del Viejo Maestro Jiang. Sus ojos eran serios. No le importaba si le ofendía y dijo directamente:
—Papá, Ye Chen necesita ayuda ahora mismo. ¡Si no ayudamos ahora, realmente será demasiado tarde!
El Viejo Maestro Jiang entrecerró los ojos. Tenía la intención de ayudar a Ye Chen, pero si lo hacía ahora, sin duda ofendería a la Alianza de Sangre.
Considerando los beneficios, esto sería desventajoso para la Familia Jiang.
Viendo que el viejo estaba indeciso, Jiang Jianfeng no dudó más y corrió hacia Ye Chen, dispuesto a prestarle una mano.
Justo en ese momento, dos ancianos subieron a la plataforma de artes marciales.
—¡Todos, paren!
La voz era como un trueno rodando, retumbando en todas direcciones, y una presión invisible restringía a los luchadores.
En ese momento, todos se pararon y miraron a los dos viejos.
Cuando vieron los colgantes de jade en sus cinturas, sus expresiones cambiaron drásticamente.
¡Estos dos eran en realidad guardianes!