Ye Chen dejó atrás esas palabras y se volvió para volar hacia el cielo con Ji Lin.
El boca a boca se esparció por todo el pueblo. Algunos aldeanos incluso construyeron una estatua de conmemoración para Ye Chen.
…
Un día después, Ye Chen llegó a Ciudad Nube del Cielo.
En su camino, había matado a incontables miembros del Clan Alma de Sangre y salvado muchas ciudades.
El nombre de Dios de la Matanza Ye también se había esparcido. Nadie sabía cómo lucía Dios de la Matanza Ye, ya que mantenía su disfraz.
Sin embargo, todos en esta región lo consideraban un salvador y héroe.
Incluso algunos cultivadores adoraban a Dios de la Matanza Ye. Vestían ropas blancas y sombreros de bambú, sosteniendo espadas en sus manos para imitar a su ídolo.
Cuando Ye Chen se enteró de esto, no sabía si reír o llorar. Si supieran que aquél a quien idolatraban era la misma persona que una vez aterrorizó la región occidental, se preguntó cómo serían sus expresiones.
