Ye Chen reflexionaba sobre muchas cosas mientras caminaba hacia el dormitorio. Aunque había sufrido numerosas heridas durante este viaje al Dominio de la Muerte del Universo, su fuerza había experimentado un cambio radical.
Sus ojos brillaban. Sabía que lo que más le faltaba en este momento era algo más.
Además, tenía que encontrar una manera de obtener la Tableta de Reencarnación oculta en la Academia Fuego Divino lo antes posible.
En ese momento, podía sentir vagamente que la Tablilla del Polvo en su cuerpo vibraba.
—Chico, la Academia Fuego Divino no es sencilla. Tómatelo con calma... —la voz de Feng Qingyang resonó en ese momento.
—Aquellos que pueden proteger una Tableta de Reencarnación deben haber tenido altos estatus en tiempos antiguos.
—La Tablilla del Polvo es la más débil entre las diez, pero la antigua Secta Luna Mística no era más débil que las principales fuerzas de aquel entonces.
